Anticipan un dólar ‘fijo’ hasta las elecciones de junio

"Que quede en familia pero, para mí, la política cambiaria actual está contribuyendo a crear un clima que determina la cobertura a futuro de los particulares". Aldo Ferrer, el economista que fue definido en un discurso de Cristina como "esa cabeza importante de los argentinos", no pudo ocultar su incomodidad al intentar esbozar ante El Cronista alguna solución oportuna para evitar la fuga de capitales en la Argentina. Fue su última frase, escueta, en el final de una conferencia que brindó para el Cefid-Ar, la semana pasada, en el Museo Histórico del Banco Provincia. Más tarde, en una charla telefónica, se explayó algo más: "El fortalecimiento de la gobernabilidad no es posible con un tipo de cambio apreciado, donde el dólar es barato. Hoy el tipo de cambio está desalineado; cuando el mercado percibe esto, se genera una respuesta defensiva de la gente", agregó.

Las palabras de Ferrer suelen ser música a los oídos oficialistas. Pero, en cuestiones de política monetaria, hoy parecen bastante alejadas de esa senda, y más cerca de la de todos sus colegas heterodoxos. Con él, Roberto Frenkel, un especialista que hace dos años fue postulado por la Presidenta para encargarse del Indec, considera que "la política que hacen hoy sobre el dólar es una invitación a la compra". Y asegura que el Gobierno "va a sostener el tipo de cambio en estos niveles hasta las elecciones y a causa de eso va a haber una importante salida de capitales".

La fuga de capitales afecta fuertemente a todas las economías emergentes desde el colapso de Lehman Brothers, en septiembre pasado. En la Argentina llegó a ser de u$s 23.000 millones en todo 2008, y ya superó los u$s 5.600 millones en el primer trimestre de este año, según el balance cambiario del Banco Central. Para la consultora Econométrica, la mayor parte del gran déficit de 2009 es "financiado" por el sector privado, dado que la balanza comercial aportó ingresos por $ 3.589 millones hasta marzo. El resto (un 25% del total) debe saldarlo Redrado con sus propias reservas: "Vendió u$s 1476 millones, pero no se observó una baja de divisas porque terminó tomando deuda con el BIS, y porque buena parte de la ‘compra de activos externos’ terminó reingresando nuevamente al sistema financiero mediante los encajes en dólares", contaron en la consultora.

Hoy todos los economistas, sin distinción de "doctrinas", coinciden en pronosticar que el billete no pasará la barrera de los $ 3,80 hasta después de las elecciones del 28 de junio. Y que la depreciación reclamada por algunos sectores de la economía recién llegará en la segunda mitad del año. "En un horizonte de un par de meses estamos casi todos jugados. Todo lo que se puede dar en el periodo está puesto ya sobre la mesa; y un planteo como el de la UIA, de un tipo de cambio alto, de un dólar que no es realista, no tiene todavía la entidad que se requiere. Es un tema para el día después de las elecciones, cuando llegue la hora de la verdad en cuanto a las opciones modélicas", explicó Eduardo Curia. Para Frenkel, el tipo de cambio actual "estaría bien" si se ubicara un 25% más arriba, porque "daría mayor competitividad, crearía más empleo y dejaría en una mejor posición a la Argentina". Curia odia pronosticar cifras; pero reconoce "la necesidad de un tipo de cambio bastante más alto que el actual, y en una perspectiva más seria y sostenible en el tiempo. Hay que ver si se consiguen recursos de afuera para eso".

El economista Miguel Bein no muestra grandes desacuerdos con el tipo de cambio oficial, y considera que "el dólar no tiene chapa hasta las elecciones". "Está claro que la demanda se desaceleró –agrega–, porque la economía argentina nunca cae en mayo y junio: el superávit externo y fiscal tienen su máximo en estos dos meses. El público no es tonto: sabe que hay una oferta mayor de dólares, y por eso se moderaron las compras en las últimas semanas". Para José Luis Espert, "sin duda, antes de las elecciones se va a evitar un movimiento brusco", pero a fin de año el Gobierno se va a ver "obligado a hacer un ajuste fiscal y una devaluación", que no superará, a su juicio, los $ 4,5 y $ 5.

EL DATO

$ 3,71

Fue el precio en el que cerró ayer el dólar minorista para la venta en las principales de cambio de la City. Es el mismo nivel que tenía a principios de abril.

u$s 5.684 millones

Fue el saldo de "formación de activos externos" que informó el Banco Central en su último balance cambiario, para el primer trimestre de 2009, y que representa la salida de capitales del país. En los últimos doce meses la fuga de divisas fue de

u$s 26.500 millones.

u$s 1.476 millones

Fue la venta de divisas que debió efectuar el Central en lo que va de año para evitar un aumento en el tipo de cambio. En los últimos doce meses, alcanzó los u$s 7.700 millones.

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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