Puede haber otro fuerte ajuste fiscal en 2001

Si se mantiene la meta de déficit de $2.800 millones para el 2001, la Alianza tendrá que hacer un nuevo ajuste fiscal en algún momento de los próximos doce meses de entre $1.500 millones y $4.000 millones. Lo único que la puede salvar de semejante “tragada de sapo” es que el FMI permita que tengamos más déficit en el 2001, lo cual tampoco sería gratis.
En definitiva, lo único seguro es que se viene un lindo “candombe”.

Debe quedar claro que en Argentina se viola sistemáticamente el derecho ciudadano de estar informado sobre las cifras concretas que están detrás de los actos de gobierno. El ejemplo más claro es lo que ocurre con las cuentas fiscales. Oficialmente, el déficit fiscal acumulado durante 10 años de convertibilidad ha sido de poco más de $30.000 millones. Si se toma verdadera cuenta de todos los gastos ocultos que tienen las cifras oficiales por $70.000 millones, se llega a que el sector público completo, el que nos duele a todos, el que afecta el riesgo país, la tasa de interés doméstica, el atraso cambiario, el desempleo y la volatilidad de toda la economía, ha sido de $100.000 millones. O sea, la información oficial sobre lo que pasa en materia fiscal es directamente mentira.

Lo perversamente “divertida” de esta situación es que ningún miembro del gobierno de Menem o De la Rúa podría explicar hoy cómo es posible que Argentina tenga que pagar más de $11.000 millones de intereses de la deuda pública en el 2000 (incluyendo Provincias), si es que al mismo tiempo los déficits fiscales han sido de la insignificante cifra de $30.000 millones en 10 años como muestran las cifras oficiales. El motivo es que los $30.000 millones son una ficción para mostrar algo que no es, como que sí lo es.

Jesucristo tenía razón cuando decía: “¿Cómo es que ves la paja en el ojo de tu hermano sino adviertes la viga en el tuyo?”. Si no, que lo diga Machinea que se quejó amargamente de los “dibujos” (mentiras) con los que Roque Fernández cerró las cuentas fiscales de 1999 y ahora que le toca bailar descalzo sobre las calientes brasas fiscales, seguramente no dudará en anunciar como déficit fiscal de Argentina en el 2000 los “benditos” $4.700 millones cuando la verdad de las cuentas de solamente el Gobierno Central será de un déficit de $7.632 millones como mínimo.

Roque usó como dibujo (ventas de activos computadas como impuestos) en 1999 a $73 millones de la Ganancia de Capital de los Bonos Cero Cupón recuperados por los rescates de Bonos Brady, $43 millones de Venta de Inmuebles y $1.617 millones de privatizaciones (YPF+PCS). Total $1.733 millones, con lo que el déficit fiscal de 1999 pasaba de la fantasía oficial de los $7.344 millones a $9.077 millones en el Gobierno Central sólo. La verdad, que una diferencia de nada más de $1.445 millones a favor de Machinea respecto de Roque no es nada si tenemos en cuenta la recesión del ´99, el impuestazo I de fines de 1999 y el impuestazo II de mediados del 2000, todas cosas que juegan a favor de Machinea. En definitiva, cuando Machinea se queja de Fernández por sus dibujos, es como que el “muerto se asusta del degollado”.

“Problemita”

En el 2000 y como ya se dijo más arriba, el desequilibrio oficial de las cuentas públicas del Gobierno Central será de $4.700 millones. El pequeño “problemita” es que si uno no cree en las brujerías de que con campañas de marketing la economía crecerá de aquí a fin de año (como dice el Gobierno) al ritmo de los países del Sudeste Asiático precrisis del ´97, los “dibujos” de Machinea para mostrar los $4.700 millones serán del tamaño de Godzila: $2.932 millones, fruto de computar como impuestos cosas que no lo son en ningún lugar razonable de la Tierra, salvo en Argentina:

1)$160 millones de recaudación de diciembre de 1999 imputada a enero del 2000. 2)$226 millones de utilidades del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. 3)$499 millones de la Ganancia de Capital de los Cero Cupón rescatados vía el canje de Bonos Brady. 4)$26 millones de Venta de Inmuebles. 5)$78 millones por la devolución al Gobierno Central del crédito otorgado a los sindicalistas de la electricidad en el momento de la privatización de SEGBA y 6) dado que aún con todo este “menjunje” no alcanza, seguramente se le pedirá un préstamo a los bancos contra los pagarés que tiene el Gobierno de la moratoria impositiva por $1.944 millones. O sea, Machinea vive llorando por la herencia recibida que en parte es por los dibujos previos por $1.733 millones. Pero nada dice de los $2.932 millones que él tendrá que “dibujar” para mostrar los inefables $4.700 millones del 2000 como si fueran verdaderos.

Los cálculos oficiales son que hay que pasar de un déficit de $4.700 millones en el 2000 (fila 1) a uno de $2.800 millones en el 2001 (fila 8), o sea, hay que baja el déficit fiscal en $1.900 millones. Además, el Gobierno estima que tiene que juntar $1.600 millones más por el aumento de los intereses de la deuda pública (fila 4) pero se “olvidó” que también necesita de $198 millones más por la caída en la recaudación cash de la moratoria del 2001 respecto del 2000 (fila 5) y de $ 1.314 millones (fila 6) porque lo que le queda de la moratoria tendrá que descontarlo todo en el 2001 ($630 millones versus $1.081 millones en el 2000). En total necesita $5.013 millones.

Ajuste mínimo

Luego obtendrá recursos por $2.500 millones (fila 2) si se cumple la pauta de crecimiento de 4% y 1% de inflación (5% sobre $50.000 millones de recaudación nacional de impuestos) y $1.000 millones de baja de gasto público (fila 3) que, según el Gobierno, no dolerán nada porque provienen de la baja de gasto del 2000, nada más que anualizada y $500 millones del Plan de Infraestructura que permite “dibujar” una reducción del gasto, porque en el corto plazo contablemente la construcción pasa a ser realizada por un privado. Total que conseguiría $3.500 millones. Faltante: $1.513 millones (fila 9). Este es el ajuste
fiscal “doloroso” de mínima que tiene que lanzar la Alianza para cumplir con los $2.800 millones de déficit pautado para el 2001.

Es importante recordar que esos $2.800 millones de déficit fiscal suponen, según el gobierno, que se recaudan $2.500 millones más que en el 2000 por un crecimiento económico de 4% en el 2001. Para tener una idea de la osadía de pronosticar hoy un crecimiento del 4% para el próximo año, basta con tener en cuenta que durante el primer semestre del 2000 la economía cayó 1% y no queda claro que podamos retomar tasas de crecimiento asiáticas en el segundo semestre que permitan crecer 4% en el 2001. O sea, hoy crecer 4% en el 2001 más que responder a un análisis “sesudo” de lo que realmente puede dar Argentina el año que viene, parece ser el “residuo” para que no se blanquee que se necesitará un apriete fiscal “machazamente doloroso” de $4.013 millones (fila 11) o más y no de solamente $1.513 millones para cumplir una mentirosa Ley de Responsabilidad Fiscal.

Aún suponiendo que se crezca 4% en el 2001, cosa que cualquier mente responsable debería poner hoy en duda, puede ser necesario un ajuste fiscal “mini-machazamente doloroso” de entre $1.513 millones y $4.013 millones en la medida que el Gobierno no consiga “combustible” para “dibujar” $989 millones (todo excepto los $1.944 millones del descuento de los pagarés de la moratoria) de nuevo en el 2001 para hablar de la ficción de los $4.700 millones en el 2000 y de los $2.800 millones en el 2001.

O sea, el mínimo ajuste fiscal adicional a los $1.000 millones que ha anunciado el gobierno, sin aflojamiento del FMI de la meta del año que viene, será de $1.513 millones, con una alta probabilidad de que sea superior todavía, pudiendo llegar a los $4.013 millones o más. Esto en la medida de que el déficit meta del 2001 sea de $2.800 millones.

Esta aclaración hoy ya es muy importante porque el Gobierno ya está empezando a “ensuciar” la cancha diciendo que el déficit “por impacto de caja” en el 2001 es de $3.600 millones (y no de $2.800 millones) y el devengado es de más de $4.700 millones.

Pobre la Alianza. Llegó al poder con los más cándidos sueños populistas después de 10 años de no gobernar y se encontró con que tiene que “pinchar” la burbuja que armaron Menem y Caballo. Como no tiene el valor de bajar el gasto público de golpe $15.000 millones, han recurrido al “goteo” de ajustes fiscales cada 4 meses que les van a hacer “puré” el repaldo de la gente a su gestión de gobierno. Y todo por querer ser poder. Como dirían los chicos “alpiste, perdiste”.

Nota Original: ÁMBITO FINANCIERO | 16/08/2000

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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