Tras la posible decisión de ex presidente Carlos Menem de abandonar la carrera presidencial, los analistas consultados por Infobae se mostraron inquietos por la falta de definiciones explícitas del programa económico que podría implementar Néstor Kirchner.
Tras evaluar que "no ese bueno que Carlos Menem se baje de la candidatura porque significa un daño más a la instituciones", el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, aseguró que "la estrategia de campaña de Kirchner, fue tratar de demostrar que todo lo que se hizo en los 90 estuvo mal y lo que se hizo en el último año estuvo bien, pero ninguna de las dos cosas es cierta. Debemos construir arriba de las cosas que se han hecho bien tratando de corregir lo que se ha hecho mal. Alguna vez tenemos que ir hacia delante. Pero hasta ahora no conocemos el plan económico del próximo gobierno", enfatizó.
Artana se mostró preocupado por la falta de definiciones: "Me pregunto, por ejemplo, ¿cuál es la pauta de gasto público que tiene Kircher, en la cabeza para los próximos años? ¿En qué tipo de impuesto está pensando? Habló de impuestos a las ganancias. ¿Cómo lo piensa hacer? Se sabe muy poco y con poco sustento. En los primeros días de su gestión habrá que revelar toda esta información".
Evaluó como favorable el escenario internacional y que "la economía viene con viento de cola (este año se puede crecer más del 5%)". Sin embargo, Artana no ve bien perfilado a Roberto Lavagna para "acordar con el FMI antes de agosto y comenzar a solucionar los temas estructurales, reestructuración de la deuda contratos con servicios públicos, revisar la política social para hacerla menos clientelista y que llegue realmente a gente con menores recursos".
En la opinión de José Luis Espert, "si el gobierno de Kirchner mantiene la precaria disciplina fiscal obtenida alcanzará para que la Argentina no sufra crisis financieras atroces como la recientes, pero Kirchner profundizará la involución ideológica en la Argentina. Implica un giro hacia la izquierda. Nos espera una economía con ideas del pasado", aseguró.
Malos augurios
Para Espert, la economía que viene "será más cerrada, con redistribución de ingresos aumentando la presión impositiva, con control de capitales golondrina, planes de Obra Pública financiados con más deuda pública. Nada que pueda sacar a la Argentina de su profunda decadencia", disparó.
Desde su óptica, Roberto Lavagna tuvo "el mérito de evitar la hiperinflación y lograr crecimiento, pero sus ideas no lograrían el despegue definitivo".
Por su parte, Orlando Ferreres observó que "no hay información (sobre el plan de Lavagna) salvo que se busca promocionar a todos los sectores. Parece que no se entiende que es imposible porque hay que sacarle a uno para darle a otro", criticó.
Anticipó "difíciles discusiones con el FMI, que en la renegociación no será tan contemplativo", dijo en declaraciones a Radio 10.
Y opinó que Kirchner "da la impresión de ser ingenuo en materia económica. Basa el crecimiento en la promoción de Estado y no en los incentivos o señales que debe dar al mercado para atraer inversiones".
Además se mostró preocupado por "sus llamativos movimientos hacia los presidentes socialistas, Luiz Inácio "Lula" da Silva (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile)", al ponderarlo como una señal poco positiva hacia los inversores internacionales.
Destacó que "es difícil conciliar todo y Kirchner viene de una provincia chica que no está acostumbrada a negociar, porque por las regalías del petróleo tuvo muchos recursos. Ahora se encuentra con lo opuesto. Tiene que negociarlo todo".
Para el corto plazo, los analistas se mostraron inquietos por la gobernabilidad y la credibilidad del país.