Desde que comenzó el año las reservas internacionales del BCRA cayeron casi u$s1.000 millones para financiar el agujero fiscal del Gobierno. Al mismo tiempo la emisión monetaria en lo que va del año fue de $4.000 millones utilizada principalmente para asistir a los bancos ($3.800.millones).
Si se observan las cifras más detenidamente, se verá que en la cuarta semana de enero (más específicamente el 24 de enero) el stock de títulos públicos en manos del BCRA aumentó en u$s1.200 millones y en ese mismo período las reservas cayeron en u$s1.000 millones. El 24 de enero el Banco Central le compró al Gobierno u$s1.000 millones en títulos con dólares provenientes de las reservas lo que le permitió al Estado pagar sus gastos a fin de mes (ver cuadro adjunto).
Con semejante emisión monetaria (los pasivos en pesos aumentaron 23% en solo 35 días hábiles) no es de extrañar que el precio del dólar se haya ido a $2. De más está decir que la política monetaria no está siendo muy consistente, porque emitir dinero para salvar a los bancos, usar las reservas del BCRA para financiar al Gobierno e intervenir en el mercado de cambios
para bajar el dólar a $1,6 o a $1,7 como anunció el Presidente, no tiene mucho sustento en el largo plazo. Solamente sería una dilapidación de reservas, bien al estilo del Plan Primavera de septiembre del 88.