El aumento del gasto provocó un fuerte deterioro del superávit del Estado nacional, que en noviembre del año pasado había alcanzado un máximo histórico de 4,4% del PBI. Entre el plan Feliz Navidad y distintos aumentos salariales decididos por el gobierno en el transcurso del año, el nivel de ahorro cayó un punto del PBI, a 3,4 por ciento, a julio de 2005.
Tanto en el Ministerio de Economía como en Casa Rosada están alerta frente a esta situación, ya que el mantenimiento de un superávit alto es una de las condiciones centrales que busca conservar Néstor Kirchner como símbolo de «independencia económica». Los próximos 60 días serán cruciales para un cierre de año más holgado, ya que habrá que lidiar con más demanda de gasto por las elecciones y las restricciones que genera el deterioro de las cuentas públicas que se vienen acumulando desde diciembre pasado.
Por lo pronto, desde la Casa Rosada se empeñan en negar nuevos aumentos de las jubilaciones o subas de planes sociales, por lo menos hasta las elecciones.
En este contexto, hay que considerar que todavía hay algunos aumentos de partidas ya anunciados que no fueron implementados, como ocurre con los siguientes casos:
• Los empleados de fuerzas de seguridad recibieron aumentos de la misma magnitud que el resto de los empleados públicos en julio, según lo anunciado por el gobierno. Sin embargo, aún no se publicó el decreto que determina tal medida.
• La modificación de escalas y la suba del tope para el cobro del salario familiar recién entrarán en vigencia el mes próximo.
• En las próximas horas, el Ministerio de Educación, a cargo de Daniel Filmus, anunciará una nueva propuesta de aumentos que abarcan a 70% de los docentes universitarios. La realizada a principios de mes fue rechazada por los principales gremios (en particular las dos vertientes de la CONADU), generando huelgas en todo el país, y ahora se mejorará la oferta. El incremento de los salarios docentes y no docentes universitarios incluía partidas por $ 175 millones adicionales.
«Resulta llamativo el estancamiento del resultado primario hasta julio, justo en momentos en que la economía está creciendo a 17% anual en términos nominales (incremento del PBI más inflación)», observó el informe económico semanal realizado por Banco Río.
En los primeros siete meses del año, el superávit primario alcanzó los $ 13.426 millones, monto que resultó $ 60 millones inferior al obtenido en igual período de 2004.
Entre los motivos centrales que se destacan sobre el aumento del gasto se incluyen las transferencias discrecionales a provincias, impulsadas por razones electorales.
• Proyecciones
Según las estimaciones de MVA Macroeconomía, el resultado primario alcanzará 3,55% del PBI sólo para Nación, unos $ 19.000 millones de pesos, bastante por debajo de 3,9% conseguido el año pasado. Aun a pesar de este deterioro, el nivel está por encima del ahorro de 3,2% del PBI comprometido en el Presupuesto de 2005, porcentaje que se repetirá en el proyectado para 2006.
En cuanto al superávit consolidado -que incluye el resultado de Nación y provincias-, la reducción también será significativa. De acuerdo con el economista José Luis Espert, se pasaría de casi 5,2% del PBI a 4,2%, producto de una disminución en el ahorro en el ámbito nacional, pero también de una significativa baja del resultado de las provincias. Sin embargo, otros pronósticos menos pesimistas mencionan como nivel más probable un 4,5% del PBI como superávit consolidado para 2005.