El Gobierno logró un superávit primario de 4 puntos del PIB, si se toma en cuenta que durante la década menemista hubo un déficit de 1 punto, y lo hizo pese a aumentar muy fuerte el gasto público. Lo que sucede es que entre 2001 y 2003 el gasto primario aumentó 15.000 millones de pesos en términos nominales, pero la recaudación creció 29.000 millones de pesos. En términos reales el gasto ya está igual que antes del colapso. Para el 2004 la nación y las provincias piensan incrementar la recaudación en 10.000 millones de pesos y aumentar el gasto primario en el mismo nivel. Por lo tanto, la decisión está tomada. El dinero se va a gastar en salarios, jubilaciones, planes sociales y obra pública. Yo creo, en cambio, que se deberían aprovechar esos recursos para bajar impuestos. Lo mejor sería eliminar el impuesto al cheque y las retenciones y luego seguir con una baja en Ganancias e IVA porque la presión impositiva es salvaje y, si no se revierte, va a ser un impedimento para el crecimiento sostenido.
Nota Original: PÁGINA 12 | 11/01/2004