Los Kirchner han decidido dar pelea en 2011, pero no como simples sparrings de la oposición triunfante en las elecciones legislativas de junio de 2008, sino que tienen claras aspiraciones a seguir ejerciendo la primera magistratura del país.
Para ello y frente a la necesidad de un ajuste fiscal (Argentina terminará este año con 4% del PBI de déficit fiscal), los K decidieron ir por más y en vez de achicar el déficit, lo agrandaron y decidieron financiarlo con emisión monetaria y reservas del BCRA.
Por el lado de la negociación salarial, la idea del gobierno es que los salarios como mínimo vayan a la par de la inflación que la Casa Rosada no reconoce.
¿De qué manera se contendrá la inflación resultante?
Con más aprietes a los comerciantes y empresarios y además se aplicará todo el proteccionismo que sea necesario para que el inflador a la demanda que el gobierno aplica (vía el gasto público y los aumentos de salarios), no se vaya a más importaciones. Este esquema cierra con dólar congelado en menos de $4, todo lo que la macro aguante. Es el típico modelo de boom de demanda con atraso del tipo de cambio, aunque con algo de ajuste de tarifas de los servicios públicos. Obviamente que en algún momento el esquema se agotará y requerirá de un ajuste cambiario y fiscal pero la especulación de los Kirchner es que si son ellos los que lo tienen que hacer, sea lo más adelante posible. Llegado el momento, ya encontrarán el chico expiatorio necesario.
Las altas tasas de inflación de febrero y marzo en torno del 2,5% mensual obligan a hacer una nueva proyección del incremento de precios para el año 2010. Estimamos que el índice de precios al consumidor crecerá entre puntas más del 30%. Mientras que el año pasado la recesión mitigó la suba de precios, el corriente período está caracterizado por crecimiento del producto y fuerte aceleración de la tasa de inflación.
Sin embargo, el gobierno decidió exacerbar más todavía el crecimiento lo que empuja hacia arriba la suba de los precios.
Por el lado fiscal, incrementos del 35,8% anual en el gasto primario sólo en febrero dan una clara tendencia del camino que los Kirchner han decidido tomar. El resultado de esta política es un déficit fiscal de 4% del PBI para este año, a pesar del crecimiento del producto estimado para 2010 de 4,5% y una recaudación fiscal que superará a la de 2009 en 28%.
En la negociación salarial el mensaje de la Casa Rosada es que como mínimo los salarios suban a la par de las estimaciones privadas y no a la del INDEC. Algunos sindicatos ya han conseguido aumentos afuera de paritarias en torno al 10%, otros han solicitado aumentos de más del 30% pero lograron 25% en promedio. En resumen, entre aumento de montos fijos o aumentos escalonados la suba de las remuneraciones en promedio llegarían al 25%.
La política de precios sigue siendo la misma: presiones constantes a empresarios para que los precios no tengan variaciones. Hay intentos permanentes para subsidiar alimentos de primera necesidad como también convenios con productores para presentar listas de productos como del pan, el arroz, los fideos, la papa, el azúcar, la leche, el aceite común, la yerba y la sal a precios reducidos. Aún si lograran que los productores aceptaran mantener sin subas los precios de los alimentos básicos, obtendrían a cambio un mayor margen para manejar a su antojo los valores en otro tipo de productos, orientados a los consumos medios o premium.
Adicionalmente el propósito del Poder Ejecutivo es mantener las tarifas públicas en los mismos niveles y dejar el dólar congelado en algo menos de cuatro pesos.
La inflación interanual de febrero para la provincia de San Luis (unas de las pocas que tiene estadísticas medianamente confiables) estuvo en un 24% anual. La Universidad Torcuato Di Tella, en su reporte de expectativa de inflación de marzo que comprende las creencias de las personas para los próximos 12 meses publicó un 31,8%. La inflación verdadera anualizada de los primeros 3 meses de 2010, da 35%.
Con el dólar casi fijo la apreciación real es notoria, hay una incesante presión en la demanda. Las importaciones en febrero aumentaron en cantidad un 29,8% anual y no habrá que aguardar mucho para que el gobierno restrinja aún más la entrada de bienes al país (trabas directas a las importaciones o indirectas como la pelea con China). Probablemente el gobierno, también se preocupe por el déficit con Brasil, que fue de 232 Millones de dólares en marzo.
Mientras tanto, el nivel de actividad sigue creciendo a todo vapor. En abril hubo una suba espectacular del 47% en las ventas totales de autos, las cámaras inmobiliarias consideran que la demanda de inmuebles es tan fuerte que habrá una suba de precios del 10% en dólares en 2010, las ventas del comercio minorista crecieron 3,8% anual durante marzo. Está a la vista una recuperación del PBI en sintonía con el mundo.
Dado que el modelo argentino es uno en el que el default de la deuda es poco probable (el gobierno acaba de lanzar un canje de deuda para los que no aceptaron la propuesta de Lavagna de setiembre de 2003) pero al mismo tiempo es sumamente endeble, lo que hay que mirar para construir escenarios futuros en Argentina son: el contexto internacional (la economía mundial crece pero está Grecia y sus colaterales), la financiación del déficit fiscal, monitorear que no haya corrida de depósitos ni mayores conflictos con el campo, además de seguir muy de cerca el resultado del canje de deuda con los holdouts y el embargo de reservas.
El panorama internacional es muy diferente al del año pasado donde reinaba el desconcierto. El día domingo 11/4 la Eurozona anunció el rescate de Grecia (30.000 millones de euros aportará la UE y 15.000 millones de euros el FMI) y por si fuera poco la economía China creció a un sorprendente ritmo de 11,9% en el primer trimestre. Es un contexto altamente favorable y le proporciona al gobierno un margen de error importante.
El uso de reservas internacionales le genera a los Kirchner una prórroga de un ajuste que alguien lo deberá hacer. No hay que dejar relegado el problema de déficit-uso de reservas- posible corrida bancaria. Esto no parecería ser ahora una urgencia ya que hay bastante disponibilidad de recursos (u$s 47.460 M de dólares de reservas al 31 de marzo de 2010, nivel inalterado desde principios de este año) y porque no es necesario un ajuste tan grande en el tipo de cambio. El inconveniente radica en cuánto los K están dispuestos a tirar de la cuerda del crecimiento para ganar en 2011.
En el tintero quedan temas como el embargo de las reservas internacionales. El miércoles 7/4 El juez de Nueva York, Tomas Griesa transformó en embargo el congelamiento de fondos (por u$s 105M) del BCRA en la Reserva Federal de los EE.UU. que había decidido a principios de 2006. Es un hecho que se eliminó la división entre el BCRA y el Tesoro con el combo constituido por el ya derogado Fondo del Bicentenario (Decreto 2010 del 14/12/2009) y el vigente Fondo del Desendeudamiento Argentino, (Decreto 298 del 1/3/2010) elimina la inmunidad de las reservas del BCRA, las que desde ahora podrán ser embargadas por los acreedores en default en resguardo de sus derechos contra la Argentina. Será un largo proceso judicial que puede tener repercusiones directas en el futuro de las políticas pro-cíclicas de los K.
Veremos el resultado del canje de deuda con los Holdouts que se presentó el jueves 15 de abril en Buenos Aires. En la actualidad, se deben u$s 30.612M, sólo se reconocerán parte de los intereses, por lo que el monto termina siendo alrededor de u$s 20.000M. Hay una quita del 66,3% para grandes fondos y efectivo para minoristas. A fines de mayo se observarán los resultados, el gobierno espera una adhesión de más del 60% mientras que ya se puede anticipar que puede rondar el 80%.
Ya no quedan muchas fuentes para financiar el incremento en la demanda, y las que están no son inagotables.