Según el kirchnerismo gobernante, desde que se instauró en nuestro país el (mal llamado) modelo productivo y hasta la crisis financiera internacional, la Argentina creció a tasas chinas. Si bien eso no es cierto ni siquiera comparado contra el peor momento de la crisis de 2002 (mucho menos contra el pico de actividad económica de la convertibilidad de mediados de 1998), es verdad que la economía creció mucho.
No hay un crecimiento económico "chino" sin una recaudación que también crezca a tasas "chinas". En efecto, el Estado consolidado de Nación más Provincias más Municipios, o sea, el que realmente importa a la hora de hablar de la presión impositiva que sufre el sector privado que está en blanco, recaudará en 2009 casi $400.000 millones, $320.000 millones más que en 2002, antes que los argentinos recibiéramos la "luz" del modelo productivo.
Jamás, en casi 200 años de historia, el sector privado ha sufrido una carga del Estado tan gigantesca como la de hoy. Es más, si se tiene en cuenta que la economía informal ronda 1/3 del PBI, aquellos $400.000 millones dicen que los que están en blanco en Argentina pagan impuestos por un equivalente a 50% del PBI, cifra similar a los países escandinavos con niveles de PBI per cápita 5 veces mayor que el nuestro y con servicios públicos del primer mundo versus los subsaharianos argentinos, lo cual hace más disparatado todavía la montaña de impuestos que paga nuestro sector privado formalizado.
Adicionalmente y a pesar de 6 años de crecimiento muy alto, ya estamos con un déficit fiscal enorme; $25.000 millones en 2009 más pagos de capital de deuda pública por u$s 5.000 millones que han causado que el gobierno recurra cada vez más al BNA (menos crédito privado) y al BCRA (menos reservas) con toda la plata que les está pidiendo prestada. No en vano el Ministro Boudou ha lanzado una gigantesca campaña de marketing (por ahora vacía de contenido) de la marca Argentina. Se está quedando sin fondos.
Estar con un déficit fiscal que desde los "malditos" 90 sólo es superado por años caóticos como 2001 y 2002, con una presión impositiva récord histórica cercana además a la de países ricos, luego de tanto crecimiento y que lo han llevado al gobierno a robarle los ahorros a los que estaban en el sistema jubilatorio de capitalización y tratar de acercarse a un demonio progresista como el FMI, es una clara demostración del fracaso del programa económico de los Kirchner.
Otra "perla negra" para el matrimonio sureño es la pobreza que azota a nuestra sociedad. Hace 6 años que los Kirchner y los kirchneristas tienen las palabras "social", "pobres" y "desigualdad" adheridas al vocabulario más que su propio ADN. Sin embargo, los niveles de pauperización verdaderos de 35%, ya superan en 10 puntos los de la convertibilidad (obvio, para años buenos), de los cuales, 15% son indigentes (pobres extremos). Además, la brecha (diferencia entre el 10% más rico y 10% más pobre) está cerca de 30 veces, sólo 4 puntos por debajo de mayo de 2002, récord absoluto, con una cifra de 34,2.
Y esto último ocurre cuando de un total de gasto público de $425.000 millones, el gasto social relevante, o sea, la suma de salarios públicos por $ 120.000 millones, jubilaciones por $85.000 millones, transferencias al sector privado por $65.000 millones y la obra pública por $55.000 millones llega a los $325.000 millones, el 75% del total, que además es récord en la historia. Nuevamente, el fracaso del modelo.
Pero los Kirchner se mueven como si nada de lo anterior hubiera pasado y mucho menos después del 28 de junio cuando fueron derrotados en las elecciones legislativas. Ahora se la agarraron de nuevo con el campo al vetar los artículos de la ley de emergencia agropecuaria bonaerense que suspendía por 180 días las retenciones a las exportaciones agropecuarias con un costo fiscal de $ 1.500 millones cuando en sólo 3 semanas le dieron al fútbol $500 millones.
Para ponerle más perspectiva todavía al modelo K y mensurar lo absurdo de la guerra de los Kirchner con el agro. Las retenciones serán en 2009 iguales a las de 2008, $36.000 millones, sólo 9% del total de recaudación. En realidad, al revés del discurso oficial, se podrían eliminar por lo irrelevantes que son para los ingresos del Estado. El IVA recaudará $90.000 millones, Ganancias $60.000 millones, el Impuesto al cheque $21.000 millones, la Seguridad Social $76.000 millones y los ingresos propios de las Provincias por Ingresos Brutos, Patentes, Inmobiliario, etc. superarán los $51.000 millones.
Y de los $36.000 millones de retenciones totales, el agro pagará, como mucho en 2009 $20.000 millones, sólo el 5% del total de la recaudación del país ¿No es descabellado otra vez un conflicto con un sector que tiene un impuesto irrelevante en las arcas públicas como las retenciones pero que puede llegar a representar el equivalente a 3 veces el Impuesto a la Ganancias para una producción promedio de soja de la zona núcleo de 3 toneladas por hectárea?
La guerra K contra al campo ni es por plata ni por los falsos espíritus destituyentes que anidan en él y en cuanto argentino no esté de acuerdo con ellos, sino que deberían reconocer que los gustos hay que dárselos en vida y que ellos estuvieron esperando más de 30 años la oportunidad de aplicar a full máximas peronistas como: "Ni yanquis, ni marxistas", "Combatiendo al capital" (salvo al industrial), "Alpargatas sí, libros no", etc.