El vademécum del FMI

LA CRISIS NO PUEDEN SER prevenidas ni evitadas con ajustes a último minuto en políticas cortoplacistas cuando la marea se revierte. Recientemente el FMI publicó un trabajo titulado: “Estabilización y reforma en América Latina: una perspectiva macroeconómica de la experiencia desde inicios de los `90”. Hoy la región atraviesa una coyuntura favorable, por lo que tiene una oportunidad histórica para realizar las reformas pendientes que allanen el camino para un crecimiento sostenido. El tiempo dirá si la región ha evolucionado o si volveremos a caer en los errores del pasado, dejando que las vulnerabilidades se vayan acumulando debajo de la superficie para luego explotar cuando terminen las épocas de vacas gordas (crecimiento mundial generalizado, tasas de interés internacional en niveles mínimos), siendo Argentina un caso paradigmático de esto último.

El paper, escrito por Anoop Singh y Charles Collyns, señala seis áreas prioritarias:

·Inflación- la región pudo reducir la inflación y mantenerla generalmente en niveles bajos. La causa es el cambio en las expectativas de los agentes que ahora valoran más el mantenimiento de una baja inflación, obligando a los políticos a actuar en conformidad con estas preferencias si quieren gozar del apoyo en las urnas. Asimismo, los gobiernos de “izquierda” reconocen el impacto negativo de la inflación sobre los estratos más pobres de la sociedad, sumando un motivo “ideológico” para evitar descalabros monetarios.

·Endeudamiento- el análisis de los niveles de endeudamiento sostenibles no puede detenerse en el ratio de deuda sobre PIB. La experiencia Argentina revela que niveles de endeudamiento en línea con los estándares internacionales (antes de la crisis) pueden esconder desequilibrios macroeconómicos profundos y que con un abrir y cerrar de ojos la deuda vuele (en el caso argentino, el ratio deuda pública /PIB pasó de 53% a 140% entre el 4Q de 2001 y el 1Q de 2002).

La búsqueda de soluciones generalmente se centra en la reducción del numerador (deuda), pero quizás más importante resulta que la economía crezca dado que eso posibilitará que el ratio caiga tanto por el lado de una suba del denominador como de una merma en el numerador (vía mayores ingresos fiscales).

·Sistema financiero- este sector ha sido una fuente de vulnerabilidad en el pasado. En Argentina, el missmatch entre pasivos (depósitos) en dólares y activos (créditos) en pesos (por la denominación del préstamo o por el carácter no transable de los bienes del sector tomador del mismo) fue un factor que agudizó la crisis una vez que las expectativas se revirtieron. Es necesario que se convierta en una fuente de crecimiento mediante la canalización de los ahorros hacia los sectores de mayor rentabilidad.

Mejorar el sistema financiero exige un cambio en la concepción de la banca pública, que debe guiarse por criterios de rentabilidad a la hora de otorgar préstamos y no en base a clientelismos políticos. Dentro de esta lógica se encuadra la auditoria al Banco Nación y Banco Provincia de Bs As que el FMI dispuso en la Carta de Intención de Septiembre de 2003 que firmó con Argentina. En ese país no ha habido la voluntad política para cumplir con esta reforma.

·Comercio internacional- uno de los mayores problemas de la región radica en que los programas económicos se orientan al mercado interno, no promoviendo de manera vigorosa el crecimiento de las exportaciones. La falta de integración se hace evidente cuando se observa el ratio de exportaciones sobre PIB (menos de 10% para el periodo 1975-1999). Si bien en los últimos años el ratio se ha incrementado, esto resulta más una consecuencia de modificaciones en el tipo de cambio (y precios de exportación) que de un incremento de las cantidades exportadas. En Argentina, por ejemplo, la devaluación no ha servido para producir un cambio sustancial en la tendencia de crecimiento de las cantidades exportadas (de hecho la tasa de crecimiento anual 2002-2004 en las cantidades exportadas resulta inferior a la del periodo 1987-2004).

·Flexibilidad laboral- competir en forma satisfactoria en el mundo globalizado requiere que los recursos se asignen de manera eficiente entre los sectores. La flexibilidad laboral resulta clave para cumplir con este propósito.

·Rol del estado- se reconoce la importancia del estado para generar reglas de juego y condiciones propicias para la inversión.

Es fundamental que los países reconozcan la importancia de cada uno de estos puntos, no sólo desde una perspectiva individual sino como parte de un programa integrado. En los 90´ los desequilibrios macros y reformas estructurales incompletas llevaron a bajas tasas de crecimiento. Actualmente parece que a la lección de la inflación baja se ha sumado la lección de cuentas públicas sólidas. Pero, ¿por cuánto tiempo y a qué tasa podremos crecer si seguimos mirando hacia adentro y no nos animamos a competir hacia fuera?

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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