El lobby empresario brasileño presionará para que el real se devalúe lo suficiente como para poder compensar la depreciación del peso argentino, de manera tal de que se mantenga en términos reales la diferencia de competitividad que logró la principal economía sudamericana en 1999, cuando desvalorizó su moneda alrededor de 60 por ciento.
"Porque la curva del real se ha- ya despegado de la crisis argentina en los últimos meses no puede descartarse un efecto contagio", dijo a BAE el economista de Ecolatina Ricardo Delgado, y explicó que "el efecto contagio resurgirá en cuanto se materialice la devaluación del peso, porque los industriales brasileños pueden no querer perder posiciones relativas en la relación comercial".
El economista de Argentine Research Rafael Ber coincidió en que "los intereses brasileños querrán mantener sus posiciones
de mejor competitividad" por lo que presionarán sobre su moneda porque "nosotros somos su principal cliente y no querrán perder ventaja".
Pero Ber fue más allá y agregó que el empresariado de Brasil "también aprovechará de la desvalorización del peso argentino para tomar activos en la Argentina", por lo que previó un avance de inversiones del principal socio del Mercosur entre el corto y el mediano plazo.
Además, "éste es un año electoral en Brasil y a partir de abril la temperatura de la economía se recalentará afectando la flotación del real" señaló Ber, quien pronosticó que "podernos esperar que el dólar ronde los 2,5 reales".
Por su parte, Delgado reconoció que la política monetaria del equipo de Fernando Henrique Cardoso ha estado funcionando bien y ha logrado controlar la moneda para bajar el techo de 2,8 reales que alcanzó el dólar a 2,2 o 2,3, "pero la presión empresaria tarde o temprano tendrá su efecto y el gobierno deberá decidir hasta dónde la contiene".
Peligro de libre flotación
Los economistas consultados por BAE, coincidieron también en que si bien el Fondo Monetario Internacional (FMI) presiona para que la Argentina vaya a un tipo de cambio flotante será imposible salir de inmediato a un escenario esas características.
" Si la Argentina deja flotar su moneda sin resolver el escenario fiscal y sin contar con respaldo externo el dólar se disparará sin control a los 5 pesos o a quién sabe que cifra", aseguró el economista José Luis Espert.
Y agregó que en la actualidad el déficit proyectado para este año asciende a los u$s l0.000 millones, por lo cual es necesario un ajuste del gasto primario de esas características "porque si no, no hay ningún régimen cambiario que aguante; por el descontrol fiscal no aguantó la convertibilidad".
Por su parte, Delgado agregó que "es necesario trazar un Presupuesto 2002 con ingresos creíbles, en línea con lo que fue el último trimestre del 2001 en materia de recaudación (caída del orden de 15 %), y ajustar el gasto a esos fondos".
"Hasta ahora siempre se ha hecho lo contrario y se define un ajuste a medias y se proyectan ingresos irreales que hacen que nunca se dé una señal clara para conseguir respaldo del exterior", concluyó el economista de Ecolatina.