BUENOS AIRES (Reuters) – Argentina necesitaría una ayuda financiera internacional de al menos 6.000 millones de dólares para cerrar el año sin más sobresaltos, aunque esos fondos podrían ser insuficientes para recuperar la confianza de los inversores, dijeron el lunes analistas consultados.
"De ninguna crisis de confianza se sale sin asistencia financiera externa. La asistencia va a venir por el lado de los organismos internacionales. La pregunta es si va a servir para evitar una cesación de pagos ", dijo a Reuters Ricardo Delgado. economista jefe de la consultora Ecolatina.
La crisis de Argentina, cuya economía está paralizada desde hace tres años, provoca temor en los mercados, que piensan que el país -uno de los mayores emisores de deuda entre los países emergentes- podría incurrir en un incumplimiento de sus pagos y verse obligado a reprogramar sus obligaciones.
La deuda pública Argentina alcanza a los 128.000 millones, equivalentes a más de 44 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI) del país.
Como los mercados de deuda se niegan a prestarle, el gobierno argentino debió implementar en julio un duro plan de ajuste del gasto para eliminar su déficit fiscal, con un recorte de los salarios de los empleados públicos y las pensiones, en un intento por recuperar la confianza de los inversores.
Con el fin de apaciguar temores, el ministro de Economía Domingo Cavallo reveló el fin de semana que buscará ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), aparte del acuerdo crediticio por 14.000 millones de dólares que el país ya tiene con el organismo multilateral.
Uno de los economistas más influyentes del país, Miguel Angel Broda, dijo el lunes que "la ayuda externa es absolutamente necesaria (…) y claramente tenemos poco tiempo" para obtenerla.
Según los cálculos de Delgado, "si no hay ayuda externa los números no cierran ( …) hacen falta por lo menos 6.000 millones de dólares", insistió Delgado.
El economista se mostró preocupado especialmente por los vencimientos que enfrenta el sector privado en los próximos meses, de unos 3.000 millones de dólares.
Sin ese auxilio, de acuerdo a los datos de Ecolatina, esas necesidades presionarán sobre las reservas internacionales del país que, según datos divulgados el viernes, cayeron 2,15 por ciento a 21.344 millones de dólares entre el 31 de julio y el 1 de agosto pasado.
Respecto del 19 de julio de 2000, cuando se alcanzó el nivel máximo de reservas de 35.609 millones, la disminución es del 40,06 por ciento.
¿HACIA LA CESACION DE PAGOS?
El economista José Luis Espert, titular de la consultora Espert & Asociados, se mostró escéptico al considerar 1ª posibilidad de que el gobierno argentino pueda obtener una ayuda del FMI adicional a la ya programada, que suma 1.200 millones de dólares hasta septiembre.
"No va a haber paquete de ayuda internacional ahora a pesar de que el gobierno esté loquito (ansioso) por recibir ayuda”, dijo Espert, quien agregó que, aún con ese auxilio, "es muy difícil recuperar la confianza de los mercados".
Para Espert, "es default (cesación de pagos) hoy o default mañana, pero Argentina no puede pagar su deuda".
Según explicó, en el cuarto trimestre del año aumentan los intereses que el Estado debe pagar a sus acreedores y estacionalmente se reduce la recaudación, lo que obligaría a un "imposible" recorte de las erogaciones del fisco en un 70 por ciento para poder pagar la deuda.
En la vereda opuesta, el economista Aldo Abram, de la firma Exante, dijo que "Argentina no tiene ningún problema financiero, sino político. El gobierno carece de credibilidad".
Abram apuntó como uno de los responsables de la crisis a la dura oposición del propio partido oficial, la Unión Cívica Radical, y su socio rninoritario, el Frepaso, a las políticas implementadas desde el gobierno del presidente Fernando de la Rúa.
De cada cuatro títulos de deuda emitidos por países emergentes que se negocian en los mercados financieros internacionales, uno pertenece a Argentina.