La tasa de desempleo de mayo superaría 14% de la población económicamente activa (PEA), y ya serían 2 millones los argentinos desocupados.
Este el diagnóstico en el cual coinciden las principales consultoras económicas del país y significa una suba importante respecto de la última medición oficial realizada en octubre pasado, cuando el INDEC relevó 1.833.000 argentinos sin empleo sobre una tasa de desocupación que alcanzó a 13,8 por ciento.
Incluso para la consultora José L. Espert & Asoc. y para Ecolatina, la desocupación a mayo alcanzaría a 14,5% de la PEA, volviendo así a los niveles porcentuales de mayo pasado, cuando se sentía de lleno en la economía la crisis de Brasil.
En cantidad de personas con problemas de empleo, 14,5% de desocupación hoy, muestra un deterioro mayor comparado con un desempleo de 14,5% en mayo de 1999, ya que si se tiene en cuenta que la tasa de crecimiento vegetativo de la oferta laboral se estima en 2% anual, 14,5% de desocupación en mayo de este año estaría afectando a 2.011.735 personas (calculado sobre un crecimiento de 2% en la PEA desde mayo del ’99, cuando era de 13.602.000 personas).
De confirmarse los pronósticos, el deterioro del mercado de trabajo desde octubre pasado estaría explicado por el insignificante crecimiento que mostró la economía en los primeros cinco meses del año, que no sólo no generó nuevos puestos de trabajo sino que los paquetes de medidas recesivas deprimieron el ingreso disponible y habrían provocado un aumento mayor en la oferta laboral.
Es decir, hacia mayo último se había registrado un mayor crecimiento de la oferta de trabajo pero en un contexto donde la demanda de empleo no sólo no crece sino que además continúa expulsando mano de obra.
Así lo reflejan los indicadores de despidos, suspensiones y huelgas que elabora mensualmente la consultora Tendencias Económicas y que marcaron cifras récord en lo que va del año.
De acuerdo con la consultora, en mayo se registraron 16.000 despidos y suspensiones, más del doble que en abril, cuando también las cesantías fueron mayores que las de marzo.
Para los primeros cinco meses de este año ya se produjeron 52.843 despidos, lo que significó el registro más alto de cesantías de los últimos años, inclusive en relación con el impacto del efecto tequila cuando el desempleo trepó por encima de 18 por ciento.
“Siempre en mayo el desempleo sube, pero además después de las elecciones la gente salió a buscar trabajo y no hay demanda suficiente”, explicaron los economistas del CEMA.
También en mayo pasado hubo 5.030 suspensiones de empleo, 30 por ciento más que el mes anterior, que afectaron sobre todo a obreros de automotrices, de la industria azucarera, la industria textil y del transporte.
Con este panorama, Tendencias Económicas señala que el desempleo a mayo superaría 13,7 por ciento.
Aumento
A estos datos hay que agregarles la precarización que viene sufriendo el mercado de trabajo: en los últimos meses se habría registrado un importante aumento en el empleo informal, del cual es muy difícil tener cifras certeras, con lo cual puede concluirse que de no haber crecido el empleo en negro, la desocupación a mayo marcaría una tasa mayor todavía.
Situación grave
“La tasa de desempleo se mantiene más o menos en los valores de octubre y mayo pasado, porque el empleo informal está absorbiendo parte del crecimiento de la oferta de trabajo”, explicó Ernesto O’Connor de Fundación Mediterránea, quien igualmente estima una tasa de 14% porque aseguró que “en este momento la economía no está aportando nada para que crezca el empleo”.
Conocidas las proyecciones que están manejando tanto Tendencias Económicas como el resto de las consultoras, y a un mes de que el INDEC dé a conocer el resultado de la última Encuesta Permanente de Hogares, el economista Arnaldo Bocco afirmó que “de confirmarse los datos sobre la caída del empleo, se estaría frente a una situación muy grave, porque demostraría muy poca capacidad de recuperación de la economía argentina”.
Por su parte, el especialista en temas laborales de FIEL, Juan Luis Bour, no se mostró para nada sorprendido con la caída en el nivel de empleo que se habría registrado en mayo, y lo adjudicó a las “expectativas negativas que existen en el sector privado, que posterga las inversiones”.
Bour atribuyó también estas cifras a que la Argentina tuvo un segundo cuatrimestre “malo” en lo que se refiere a la actividad económica, pero de todas maneras aseguró que es un factor de “corto plazo” que se va a revertir cuando mejoren las expectativas del sector privado.
Bour reconoció que el país “no está creciendo sino que hasta es probable que esté decreciendo debido a una cuestión de estacionalidad”.