La inusitada dimensión que alcanzó la embestida de varios dirigentes de la Alianza contra el titular del Banco Central, Pedro Pou, fue la principal causa de la reciente disparada del riesgo-país, aunque no la única. El salto de 20 puntos básicos que tuvo este indicador en los últimos tres días puso de manifiesto que el blindaje del FMI, más allá de la opinión de los políticos, no le otorgó "inmunidad financiera" a la Argentina.
La prima de riesgo, que se calcula por la diferencia que día a día se verifica entre la tasa que pagan los títulos argentinos en relación con un bono del Tesoro estadounidense, quedó el viernes a un paso de los 700 puntos. Y dibujó una señal preocupante, que se suma a la debilidad de otros indicadores de la economía.
Para José Luis Espert, director de Espert & Asociados, lo sucedido con el riesgo-país se debe principalmente al alto déficit de enero y a que la situación fiscal es todavía muy grave.
"Esto es consecuencia de la irresponsable política fiscal del Gobierno, que luego de blindaje aumentó los gastos en busca de crecimiento. La corporación política despilfarró el aumento de
$ 40.000 millones en la recaudación de los últimos 10 años", aseguró Espert.
Para el economista, el Gobierno quiere la cabeza de Pou para poder bajar los encajes bancarios y lograr una reactivación económica que le permita ganar las elecciones, pero advirtió que si la lucha contra Pou continúa el riesgo va a seguir subiendo, junto con la incertidumbre monetaria.
"Los políticos van por el botín del Banco Central, es lo único que les queda. Si no fuera por el blindaje, la situación sería casi de cesación de pagos y bajar impuestos en este contexto es un disparate. Se usa como excusa el lavado de dinero, pero en realidad buscan una baja de encajes", comentó Espert en conversación con El Cronista.
El director ejecutivo de Fundación Capital, Carlos Pérez, comentó que lo sucedido en las últimas semanas con el tema Pou no ayuda a la Argentina. "Tenemos a favor la colocación del eurobono y de Letes a tasas bajas. Lo de Pou pudo jugar en contra, pero no lo suficiente para revertir la tendencia regional", afirmó el director ejecutivo de Fundación Capital.
Para Pérez, la Argentina lideró una baja regional del riesgo durante todo enero y en febrero también influyeron fenómenos trasnacionales. "En el primer mes del año, el blindaje fue importante y la baja de tasas en Estados Unidos repercutió mejor acá que en México o Chile. La suba del riesgo tiene que ver con el Nasdaq, con la toma de ganancias y con la decisión de Greenspan de salir a calmar los ánimos", explicó Pérez.
Según Carlos Pérez, hay dos efectos generados por la crisis del Banco Central. Un efecto coyuntural positivo, que tiene que ver con la reafirmación del presidente Fernando de la Rúa a Pedro Pou, y un efecto estructural negativo.
"Lo malo es que la problemática quedará instalada y no se puede echar para atrás. Si no sucede algo extraordinario, el efecto total será neutro, pero de haber sorpresas seguramente serán negativas y no positivas", estimó Pérez.
Para el economista Roberto Cachanosky, también existe una relación entre la evolución del riesgo soberano y el peligro que se observa en el exterior acerca de la independencia del Banco Central.
Por otra parte, el economista Raúl Cuello dijo que el aumento del riesgo-país está totalmente desvinculado del caso Pou y que se debe a la frustración de las expectativas de crecimiento luego del blindaje.
"Entre otras razones, no es posible mejorar el nivel de actividad porque 70% de la población no tiene ingresos para aumentar su consumo, porque la oferta de crédito a tasas reducidas no se ha manifestado y porque la participación de las exportaciones en el PIB es escasa", comentó Cuello.
Otras de las variables explicativas usadas por Cuello son la devaluación brasileña y la revaluación del dólar frente al euro. "Así como disminuyó el riesgo en enero, creo que va a volverse a colocar en valores cercanos a los que estaba antes del blindaje, ya que cuando hay un sobre optimismo sobre las posibilidades que se asignan al país y éstas no se concretan, el movimiento del efecto es pendular", recalcó el economista.