Salvo los economistas más ortodoxos, consultores habituales de la city, como es el caso de José Luis Espert, el resto elogió las medidas de Cavallo, aunque nadie se anima a apostar si darán resultado para salir de la recesión.
Jorge Remes Lenicov, del PJ: Todo el cambio de la política tributaria en Ganancias, la posibilidad de pagar con ticket a quienes ganan menos de 1.500 pesos, el aumento del tipo de cambio para exportaciones e importaciones, el uso de los saldos técnicos en el IVA y la reducción de la tasa de interés para la compra de viviendas, hacen a la atención de la demanda. Esto estaba faltando en un programa que había hecho centro en la reducción de costos a través de la competitividad. Las medidas van en la buena dirección.
Eduardo Curia: Registra cierto progreso el enfoque en el diagnóstico. Es un paquete que reconoce hasta cierto punto el problema de demanda de la Argentina, frente a lo que era la visión característica del ministro Cavallo. La rebaja de aportes patronales no sirvió para nada, excepto para desfinanciar el Estado. Con su aumento, el alivio de la carga impositiva en sectores de ingresos menores, el reconocimiento de la sobrevaluación cambiaria y la creación de un dólar especial para el comercio exterior, mejora el rumbo económico, pero es muy poca cosa frente a la gravedad de la crisis.
Marcelo Lascano:Nos despertaron de una siesta. Hay aspectos positivos del paquete. Reconoce la existencia de un problema cambiario muy cierto. Y que el modelo es un colador que hace agua por todos lados. Está bien lo de darle un tratamiento preferencial impositivo al sector de la construcción. Pero habrá que ver si aún con esto, la gente tendrá recursos disponibles para adquirir viviendas. Está bien lo de mejorar la tasa de cambio efectivo para los exportadores. Y salir de la modorra que caracterizó a la administración De la Rúa. Hago votos porque esto funcione, pero no está muy claro.
José Luis Espert, consultor de la city: El camino de retroceso ideológico iniciado a través de los planes de competitividad, se profundizó ayer con la devaluación del peso. Ayer en la Argentina se devaluó. Para ciertos sectores el cambio ya no es más un peso igual a un dólar. Por lo tanto, el promedio para toda la economía no es más ése.
Los empresarios, por su parte, también fueron cautos:
Walter Vandam, del sector de construcción: La gran pregunta es saber si la gente recuperará la confianza. Si lo hace, entonces el paquete será interesante. La medida de reducir los impuestos sobre los créditos hipotecarios puede ser buena, pero hay que ver si la gente se vuelca más a comprar viviendas.
Carlos Calabró, del sector de combustibles: Es importante que baje el impuesto a las naftas. Eso logrará un pequeño aumento en el consumo. Al Gobierno le viene bien porque cada mes recauda menos en combustibles por las distorsiones impositivas y el bajo consumo. El anuncio de utilizar el aumento en el gasoil para reducir el precio de los peajes suena a que ganó el lobby de los empresarios de la construcción. Los peajes en los accesos a la Capital no se van a bajar, sino los de las rutas con poca incidencia en el consumo de la gente. Los beneficiados serán los que siempre construyeron los caminos en la Argentina.