Esta catástrofe nos ha hecho más pobres, y frente a ello tendremos que acomodarnos a una situación de menores recursos, por, lo cual la sociedad argentina tiene que comenzar a pensar cómo lo ya a incorporar en sus cuentas presupuestarias”, aseguró a LA NACION el economista Ricardo López Murphy.
Para el director ejecutivo de Econométrica, José Luis Espert los efectos de las inundaciones difícilmente modifiquen la tasa de crecimiento de la economía argentina prevista para este año. Pero señaló que la catástrofe desnudó la “irresponsable política fiscal, llevada adelante entre 1990 y 1994 por la Nación Y 1as provincias, por lo cual ahora habrá que recurrir al endeudamiento para paliar la emergencia.
En tanto, el ex Ministro de Economía Roberto Alemann dijo que todavía no se pueden hacer especulaciones sobre las pérdidas y las consecuencias que tendrá la inundación en la economía, aunque destacó que será muy poco en términos de cosecha, pero muy importante en infraestructura y sobre la población.
El ex secretario de Hacienda Manuel Solanet señaló que las inundaciones impactarán en la economía en el largo plazo
“ya que fue afectado el capital productivo de empresas agropecuarias y de otros sectores y porque habrá que reconstruir la infraestructura perdida”.
Fondo anticatástrofes
López Murphy propuso que el resto del país, no los afectados, “destine, por ley, a un fondo especial un porcentaje pequeño de su recaudación para poder atender, en el corto plazo, esta emergencia. La clave es que el resto tiene que ajustarse a una situación más desfavorable”.
“La Primera instancia, tanto para el sector público como el privado es operar con la reacción de solidaridad, porque hay que asistir a la gente que está pasando una situación extrema en lo personal, en lo patrimonial Y en el medio ambiente”, dijo el economista.
“Es importante que paguemos un seguro, que hagamos fondo anticatástrofes para poder utilizar sus recursos, cuando ocurra la emergencia; hay que hacerlo genuinamente y plantearlo a la sociedad, porque uno de los riesgos es que se utilice la excusa de esta terrible adversidad para generar reacciones populistas”, opinó López Murphy.
Según el economista de FIEL, “para auxiliar a los que están perjudicados por la catástrofe el resto del país tiene que ahorrar y reducir su consumo. No volver al manejo populista o endeudarse”.
“Desde el Punto de vista de los números fríos que muestra la evolución del PBI general en la Argentina el efecto, aun en el peor de los casos, no va a ser importante Pero no quiere decir que no exista una situación dramática desde el punto de vista humano más que social”, señaló Espert al ser consultado por LA NACIÓN.
En ese sentido explicó que el corto plazo difícilmente muestre que el PBI en vez de crecer al 8% como lo está haciendo hoy pase a crecer el 5% por culpa de la inundación. “Esto no lo vamos a ver”, dijo.
Señaló que Chaco Y Corrientes, las zonas más afectadas, “Son Provincias que tienen capital con baja tasa de retorno” y su colaboración en el PBI global llega al 2,5%. Pero que esa situación podría modificar sí las inundaciones se extienden a otros sectores.
Espert afirmó que incluso se daría la paradoja de que en el corto plazo podría haber un incremento del PBI, “como consecuencia de los gastos en inversión en que se tendrá que incurrir, ya que serán enormes para reponer el stock da Capital que se destruyó debido a la inundación”.
“Se debería gastar todo lo que sea necesario para enfrentar la situación desesperante de la gente y para restaurar el capital destruido”, dijo.
El economista agregó que el hecho de que la Argentina se vea obligada a endeudarse como un todo “tiene que hacerlo ” -para financiar la reconstrucción “demuestra la irresponsabilidad con la que se ha manejado la política fiscal. Se recaudan US$ 35.000 millones mas de impuestos que al comienzo de la convertibilidad; sin embargo, se tiene el mismo resultado fiscal que en 19% cuando había una situación cuasi hiperinflacionaria”.
La consecuencia de ello -agregó- es que “no se tenga ningún seguro frente a este tipo de contingencias, por lo cual se debe endeudar para poder salir al rescate de lo destruido, de toda la población en emergencia y para hacer las obras para que no vuelva a ocurrir”.
El ex ministro de Economía Roberto Alemann dijo que las pérdidas económicas no se pueden medir en este momento. Pero señaló que el fenómeno meteorológico llamado El Niño ha dado a la Argentina una mano de cal y otra de arena”. “Por un lado están las pérdidas de fertilidad de la tierra, de cosechas de algodón, arroz y tabaco, mortandad de animales, y de infraestructura, y por el otro, está la ganancia de haber tenido la cosecha más grande de la historia por el efecto de El Niño en todo el oeste de la pampa argentina”, agregó.
“Es mucho mas lo que se gana que lo que se pierde. En conjunto de cosechas, si se pierde un millón de toneladas es mucho”. aseguró Alemann.
Solanet dijo que al haber ocurrido una catástrofe de esta magnitud “habrá más conciencia para evitar los riesgos de una nueva catástrofe, lo que debería llevar a desarrollar proyectos de drenaje o defensa, que siempre están postergados en el país”.
Pero considera que lo más importante que deja la inundación es el impacto social, “porque cuando se habla de economía solamente se corre el riesgo de dejar de lado el dolor de las personas”.