Es cada vez más obvio que el gobierno desdobló el canje de Préstamos Garantizados (PGs) en un tramo local (Fase 1) y un tramo internacional (Fase 2) para vender "humo" con el alivio sobre la caja fiscal en el trienio 2009-2011. La maquinaria marketinera de los Kirchner está a full. Hay que compensar la malaria de la recesión, el fantasma del default, la indigna y cíclica diáspora política y la caída en picada de su aceptación popular en un año con elecciones legislativas claves a la vera de la esquina.
De la misma forma que en algunos países se cambian arbitrariamente los límites de los distritos electorales para cosechar mayor cantidad de legisladores (gerrymandering), Economía definió la deuda elegible de las dos etapas para que el canje "tuviese" una aceptación máxima y mostrar airoso al gobierno a pesar de ser un resultado más que trivial e irrelevante en cuanto a la postergación de vencimientos comparados con los que todavía quedan y más aún si tenemos en cuenta que la recesión que sufriremos esta año pondrá en jaque al superávit primario.
El tramo"local" (Fase 1) incluyó solamente PGs de tenedores institucionales nacionales (bien apretables) y excluyó deliberadamente a los más atomizados particulares. Así quedaron dentro de la primera etapa los bancos públicos y privados, el Banco Central, la ANSeS y las compañías de seguros. En la segunda entraron los particulares locales y todos los tenedores internacionales (termina el viernes 27).
Del stock de $23.500 millones de los 4 PGs elegibles (PG Bonte 06, PG E+580 Mega, PG Global 08 tasa fija y PG Global 08 tasa variable), entraron al 28 de enero (Fase 1) $11.300 millones y tras extenderse el plazo al 6 de febrero (Fase 1 bis) el número subió a $11.700 millones, generando un ahorro bruto de $13.500 millones hasta 2011. Como contrapartida, se emitieron $11.500 millones de Bonar, que obligarán a pagos por $3.400 millones de intereses en los próximos tres años. El ahorro neto entonces es de $10.100 millones, una vez descontado el Bonar.
Sin embargo, si tomamos en cuenta todos los vencimientos hasta 2014, se incurriría en un desahorro de $3.300 millones, dado que el Bonar paga intereses durante un plazo mayor. Por ello, el "alivio" en el cronograma de vencimientos no es tanto para el país sino para los Kirchner, dado que todo lo que no se paga en estos tres años en realidad se patea para el 2014 (de todas maneras hay quita en valor presente neto). También habría que eliminar del alivio a los PGs en manos de instituciones públicas, ¿o alguien se imagina que la Argentina vaya a caer en default por un vencimiento que no se le pague a Redrado? Entre bomberos no se van a pisar la manguera.
Como la finalidad de la dos etapas es mostrar números altos de aceptación y alivio, por construcción, la segunda debe necesariamente contar con un porcentaje mucho más bajo que la primera. En aquélla, la "deuda elegible" compuesta por los particulares argentinos y los no residentes es de $11.800 millones, o sea, prácticamente la misma que la de enero.
Pero el número del que habla públicamente el gobierno es muy inferior: $8.400 millones todos en manos de no residentes, seguramente para mostrar otra vez una aceptación bien alta, como el trucho 100% de la primera. Además, según estadísticas del mismísimo INDEC, la cantidad de PGs en manos de no residentes ascendía a $5.078 millones el 30 de septiembre de 2008 (último balance de pagos publicado), incluyendo aquéllos que vencían luego de 2011 y que no entran en el canje por decisión del gobierno. Esta cifra es mucho menor que los $8.400 millones ¿Acaso según el gobierno los extranjeros quieren tener hoy más deuda argentina que en la primavera de 2008 antes de la corrida de octubre y noviembre?
Si la aceptación de la Fase 2 llegara al 50% que el gobierno ha dejado trascender para continuar con su seguidilla de "éxitos" en materia de administración de pasivos, entonces el ahorro bruto para 2009-2011 sumando ambas fases del canje ascendería a $17.700 millones. Cuando se le resta los intereses del Bonar, el ahorro neto del trienio termina siendo de $13.300 millones. El porcentaje parece alto, teniendo en cuenta que los inversores particulares son más difíciles de apretar que los banqueros argentinos y que los PGs pagan capital fuerte antes de julio 2009 versus un bono que vence en 2014 como el Bonar.
Con una aceptación más razonable de 30%, el ahorro (sin eliminar los PGs en manos de bancos públicos o ANSeS) cae a $16.000 millones y neto del Bonar a $12.000 millones. Este número equivale al 40% de los vencimientos de todos los PGs del período 2009-2011 y al 11% de los vencimientos de la deuda pública relevante. En particular, significa que en 2009 se patean hacia delante $4.000 millones o u$s 1.100 millones, netos del Bonar.
¿Es una ayuda? Algo, sólo algo y mucho menos una salvación como la vende el gobierno. Aún después del canje de PGs quedan u$s 10.000 millones de vencimientos de capital más intereses relevantes que tiene que afrontar casi todo entre junio y diciembre de 2009 (y bajo el supuesto que se refinancia capital e intereses de la deuda intra Sector Público y capital de los organismos internacionales). Como el superávit primario se desvanece, el alivio relativo que se conseguirá con el canje de PGs son monedas. Sino ¿por qué Duhalde le está diciendo a Cristina Kirchner que debería poner sus deudas "en la masa de la quiebra mundial, al menos hasta que se resuelva la debacle que afecta al mundo entero"?
Hasta ahora, la recesión que sufrirá argentina en 2009 y que fue causada por el gobierno de Cristina Kirchner por la fuga de capitales que causó su guerra contra el campo (4,7% del PBI) y el robo a los afiliados a las AFJP (14,5% del PBI), ha tenido respuestas oficiales sólo de marketing político como todos los planes anunciados desde Olivos con fondos del ANSeS y el canje de PGs. Sería bueno que pronto se les ocurra algo bien de fondo y en la dirección adecuada.
(*)Artículo publicado en Ambito Financiero página 4 bajo el título "Canje de deuda: Segundas partes nunca son buenas" el 25-02-2009