El gobierno ¿quiere pagar a los buitres?

El gobierno ¿quiere pagar a los buitres?

Si se hubiera congelado el gasto público en los niveles de 2002, el superávit fiscal de hoy sería de 25% del PBI. Bajaría a 22% del PBI si se lo hubiera contenido en los niveles de 2004, a 10% del PBI si se lo hubiera mantenido en los niveles record históricos de 2007 para que Cristina fuera elegida Presidenta y de 4% del PBI si le lo hubiera congelado en los niveles de 2008. Sin embargo, la situación actual es de un déficit fiscal que, sin las mentiras de Economía junto con su aliado el Banco Central, llegó a 2,8% del PBI en 2009. Claro, el gasto público que era de $77.000 millones en 2002, cerró 2009 en $ 415.000 millones, casi 450% de aumento. Una locura.

Y sigue. El presupuesto para 2010 que el gobierno envió al Congreso el 15 setiembre de 2009 y que éste transformó en ley el 12 de noviembre, fijó un crecimiento del gasto público de “sólo” 12,4% contra 2009 (viene al 30% anual desde 2003) y además estableció que los fondos para pagar la deuda se obtendrían vía colocaciones de deuda pública en dólares por u$s 15.000 millones.

Si ahora el gobierno nos dice que sino sale el Fondo del Bicentenario se acaba el mundo, es porque piensa seguir haciendo crecer el gasto público al 30% (con lo cual el 12,4% del presupuesto era dibujo de movida) y/o porque los u$s 15.000 de deuda tenían adentro, sin blanquearlo, al Fondo del Bicentenario que salió por decreto el 14 de diciembre, un mes después que el presupuesto 2010 fuera ley y a dos semanas del fin de las sesiones ordinarias del Congreso.

Es probable que la realidad sea una mezcla de estas dos posibilidades y en cualquier caso, están muy mal, porque si como dice la Presidenta “hay que salir del default”, esto requiere de un ajuste fiscal ortodoxo de devaluación más congelamiento el gasto público, en vez de la tomada de pelo de seguir financiando un gasto público alucinante con una presión impositiva para países ricos (cuando somos pobres) y si ésta no alcanza (como ahora) entrar en la etapa expropiatoria (resolución 125, AFJPs, Fondo del Bicentenario). No hace falta abundar sobre las consecuencias de postergar lo inevitable: un fisco enflaquecido.

¡Cómo nos cambia la vida! Los setentistas de ayer, que veían en la patria financiera internacional el motivo esencial de todos nuestros males y que en 2005 cuando Lavagna trituraba la deuda maldecían por todos lados a los que nos habían prestado durante los 90 (los buitres ratas de puerto), hoy son capaces de quitarle el respaldo en dólares del depósito que Doña Rosa tiene en el banco de su barrio, con tal de pagar la deuda, “generar confianza” y seguir cebando la bomba del crecimiento para ver si tienen chances de ser reeligidos en 2011.

El Fondo del Bicentenario es un adefesio desde todo punto de vista, pero más que nada, desde el sentido común. Si la deuda reestructurada en marzo de 2005 se paga sin demasiados problemas de embargos, es porque se lo hace vía un jeroglífico mayúsculo de cuentas, porque hay consenso a nivel internacional de no entorpecer los acuerdos a los que han arribado acreedores y deudores cuando la masa crítica es importante y porque el 80% de las reservas del BCRA están en el inexpugnable, hasta ahora, BIS de Basilea.

Pero el resto del mundo es una “zona liberada” para los embargos de los acreedores sobre casi todos los activos argentinos (incluidas las reservas del BCRA) porque el gobierno de los Kirchner se sigue comportando como un estafador serial. Dibuja la inflación (con lo cual defaulteó todos los mes la deuda ajustada por CER hasta su rescate); no paga los juicios que perdió en el CIADI del Banco Mundial; dijo (por decreto) que le iba a pagar con reservas al Club de París pero después se echó atrás para seguir en default, no para de hacerse de cajas (AFJP, BCRA) para gastar mas y/o asegurar el pago de la deuda que está performing y recién 5 años después del canje de marzo de 2005, dice que hará una oferta a los holdouts.

En esas condiciones ¿a quien se le puede ocurrir, desdibujar de manera grosera (con el Fondo del Bicentenario) la línea divisoria entre el Banco Central y el Tesoro que es el tiene en su cabeza la deuda defaulteada? Sólo a mentes trasnochadas como las que habitan Economía.

A su vez, Martín Redrado y la oposición política están jugando una gigantesca partida de hipocresía cuando llorisquean por la autonomía del Banco Central y la pérdida de reservas. En diciembre de 2005, ambos dieron su aval para reformular la Ley de Convertibilidad y liberar reservas para cancelar la deuda con el FMI cuando el gobierno de Néstor Kichner creó por decreto la entelequia de las “reservas de libre disponibilidad”. Entelequia porque en realidad son un seguro antiestafa de los plazos fijos y los argendólares de la gente en los bancos. De libres y disponibles no tienen nada.

Redrado las aprobó en reunión de Directorio y la oposición, junto con el oficialismo, las sancionaron por ley con el número 26.076. Aquel fue el primer paso. Lo que se discute ahora con el Fondo del Bicentenario es una extensión para garantizar el pago de toda la deuda pública y no sólo la contraída con organismos internacionales (como se había decidido en 2005). O sea, sino hubieran existido las “reservas de libre disponibilidad”, tampoco habría Fondo del Bicentenario. Nadie puede tirar la primera piedra.

Si el gobierno sigue enceguecido por la bronca que tiene por cómo ha sido derrotado por dos Borocotos como Redrado (menemista, duhaldista, kirchnerista, antiK) y Cobos (radical, radical K, radical antiK) e insiste con el Fondo del Bicentenario, los buitres y los “no buitres”, o sea, los holdouts, van a tratar de embargar las reservas del BCRA hasta agotar no sólo los u$s 6.600 millones del Fondo del Bicentenario sino los u$s 30.000 millones de deuda en bonos que sigue en default y están en su poder.

Seria absurdo que los que hoy cobran pasen a quedar en default y los buitres cobren de las reservas del BCRA que vayan embargando. Maravillas del progresismo K.

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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