La recomendación de bajar el gasto desde los economistas es una constante desde hace varios años. Sin embargo, ahora el consejo se traduce casi en una obligación, dada la crisis internacional y el coletazo en la economía local. Con la recaudación creciendo al 11% (la menor tasa de casi tres años) y la imposibilidad de financiarse con recursos externos, el achicamiento del margen de maniobra implica mucha más precaución que en el pasado para lograr mantener el superávit primario, uno de los pilares del modelo kirchnerista.
Miguel Kiguel-
Econviews
Los datos de recaudación de enero encienden una luz de alerta para el gasto. Si se mantiene en estos niveles no sólo se va a dar una caída de lo que se presupuestó sino que además se va a ser imposible mantener el gasto. Un punto importante es que están subiendo poco los impuestos que se coparticipan. Esto implica un ahogo fiscal para las provincias, justo en un año electoral. La posibilidad de financiamiento externo es complicado. Las tasas siguen siendo elevadas en la Argentina, en niveles astronómicos. También el contexto externo continúa complicado, aunque Brasil y Colombia pudieron colocar deuda a tasas del 5% en dólares. En nuestro país va a llevar tiempo reducir las tasas.
Dante Sica-
abeceb.com
La caída en los ingresos que generaron las retenciones durante los últimos años va a ser compensada, en parte, por lo que antes de la reforma previsional iba a parar a las AFJP. El año pasado los derechos de exportación explicaron un 14% de la recaudación y este año, a pesar de la baja, van significar un 10%. En este contexto, el Gobierno va a tener que ajustar el gasto porque la financiación externa, tanto por cómo está el mundo hoy como por la calificación que tiene la Argentina, va a ser muy difícil.
Marina Dal Poggetto-
Estudio Bein
Enero no es un buen mes para sacar una conclusión. De todas maneras, con el menor ritmo de crecimiento de la recaudación nosotros bajamos la proyección de todo 2009. Creemos que los ingresos fiscales van a llegar a
$ 214.000 millones (el Presupuesto lo ubica en $ 329.537 millones). Con este número, el superávit primario va a ser menor del 2,5% del PBI que habíamos pronosticado antes del dato de enero. Es así que el gasto va a subir menos. Ya lo están tratando de disminuir, maximizándolo sujeto a no entrar en default. Además, no veo al Gobierno yendo al FMI antes de octubre.
José Luis Espert-
Espert y Asociados
El Gobierno ya enfrenta el clásico problema de la manta corta. Si no baja el gasto público, lo cual resultará muy difícil en este año electoral, tendrá que tomar otras medidas que impactarán negativamente en la economía. Una posibilidad es acudir al financiamiento bancario para pagar la deuda que vence este año. Pero el peligro es quitarle fondos al sector privado, lo cual repercutiría negativamente en el nivel de actividad de las empresas. Otra posibilidad ante la falta de ingresos es directamente echarle mano a las reservas, pero generaría mayor presión a la que ya existe sobre la cotización del dólar.