Economistas dicen que hay que suprimirlo todo

El anuncio de Roberto Lavagna sobre la eliminación del impuesto a las transacciones financieras para movimientos entre cuentas corrientes y plazos fijos fue bien recibido por los economistas que coincidieron en que es un paso positivo y favorecerá al aumento de los depósitos. Sin embargo, también advirtieron que no es suficiente y debe avanzarse rápidamente hacia la eliminación total de este impuesto.

El ex subsecretario de Financiamiento y actual director del Banco Hipotecario, Miguel Kiguel, consideró que la eliminación parcial del impuesto a las transacciones financieras «es una medida muy positiva que puede ayudar a alargar los plazos en el sistema financiero».

Para Kiguel, esta medida -anunciada ayer junto a la postergación sin fecha definida, del pago de la cuota del Impuesto a las Ganancias correspondiente a diciembre- «es una muy buena noticia» que puede reducir la vulnerabilidad del sistema bancario.

Más allá fue Carlos Melconian, que dijo que este impuesto «no sólo había que eliminarlo, sino que no debió haber estado nunca porque era un absurdo que una misma persona pagara impuesto por una transacción de una cuenta a otra de su propiedad».

El economista afirmó que el tributo eliminado ayer «era de una inutilidad total», y si bien estimó que puede haber un leve impacto en los depósitos, enfatizó que «los plazos fijos mejoran con la confianza de la gente».

Por su parte, el economista de la consultora EXANTE Aldo Abram afirmó que «debieron haber tomado esta medida hace mucho tiempo», por cuanto la presencia de este impuesto «era uno de los motivos por los cuales los plazos fijos no suben».

No obstante, advirtió que es necesario eliminar el impuesto a las transacciones financieras en su totalidad, porque «está contribuyendo a la desbancarización de la gente, pues operar en el sistema financiero es carísimo».


José Luis Espert opinó que «todo lo que sea ir bajando los impuestos distorsivos está bien. El espíritu de la medida lo comparto, pero no comparto la magnitud, creo que directamente hay que eliminarlo». Y consideró que «la influencia en los depósitos será muy pequeña, la tasa de interés sigue siendo extremadamente baja».

Por su parte, Orlando Ferreres dijo a Ambito Financiero que «el tema importante es que los plazos fijos hasta ahora tenían un rendimiento menor al de la inflación. Es decir que en términos reales daba negativo, no tanto por el impuesto al cheque, sino porque la tasa que rendían era menor que el nivel de precios».

Ferreres aseguró que «esta medida un poco ayuda, pero es un efecto pequeño de 20 millones de dólares».

Para este economista, «la gente no está segura de lo que hay que hacer con la inversión. Está bien que vayan eliminando este impuesto, pero no esperemos de esto una gran reacción de la economía. Son pequeñas dosis homeopáticas».

El economista de FIEL Manuel Solanet resaltó: «Esta medida intenta evitar el desaliento que hoy tiene este impuesto para las colocaciones en plazo fijo. La tasa de interés es muy baja, entonces el impuesto por entrar y salir del plazo fijo prácticamente absorbía el interés, sobre todo en plazos cortos».

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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