Sin duda que la PROeconomía es la gran ganadora de las falsas elecciones primarias de ayer (ningún espacio relevante a nivel nacional definió candidaturas), en particular, la macroeconomía, tan devaluada por muchos con el cuento berreta que “en la calle no se siente la recuperación económica” y que los datos del nuevo INDEC que no miente, mostraban desde fines de 2016.
La reactivación económica está, es un hecho y en el peor de los casos, el consumo privado de no durables (alimentos, textiles, etc.) ha dejado de caer, mientas que el de durables (motos y autos) crece a más del 30% anual, la inversión en maquinarias al 40% y la construcción más todavía.
En lo político, además del empate de Cristina en la Provincia de Buenos Aires (igual sacó menos votos que Aníbal Fernández en 2015) que la deja con poder de fuego dentro del peronismo (tan viva políticamente la quería Cambiemos a Cristina que ahí la tienen, les arruinó la fiesta completa que pensaban darse a las 21:00 de ayer cuando salieron a festejar), y de una gran consolidación de Cambiemos en todo el país, hay grandes perdedores históricos como Schiaretti en Córdoba, Rodríguez Saá en San Luis, el kirchnerismo en Santa Cruz y el socialismo santafecino, entre otros.
Además, con la mala elección de Massa y de Randazzo, no aparece todavía un liderazgo claro dentro del peronismo. Los gobernadores se harán sentir cada vez más a medida que se acerquen las elecciones legislativas de octubre.
¿Qué es lo que más pesará en el dólar y las tasas de interés pensando en la megalicitación de Lebacs por más de $500.000 millones de mañana? ¿La elección histórica (por lo buena) que Cambiemos hizo en el país o la supuesta frustración de que en la Provincia de Buenos Aires, a pesar del empate de ayer de Cambiemos, a última hora del viernes trascendieron encuestas que lo daban ganador a Bullrich por 5 puntos, cosa que al final no ocurrió? Veremos hoy
Por otro lado, será inevitable que el gobierno busque acuerdos con el peronismo (tras las elecciones seguiría sin mayorías en las dos Cámaras) para sus tibias propuestas de reformas impositiva, previsional y laboral. Recordemos que en 2016, en épocas del “Cambiemos” componedor, el gobierno logró que el Congreso aprobara 84 leyes más o menos sustanciosas. En lo que va de 2017, con la campaña para las legislativas a full y con Cambiemos polarizando con Cristina y con parte del peronismo, el gobierno logró la sanción de sólo una ley importante que fue la ley de emprendedores.
En cuanto al mercado financiero y sólo hablando de las primeras horas posteriores a la elección ¿Qué es lo que más pesará en el dólar y las tasas de interés pensando en la megalicitación de Lebacs por más de $500.000 millones de mañana? ¿La elección histórica (por lo buena) que Cambiemos hizo en el país o la supuesta frustración de que en la Provincia de Buenos Aires, a pesar del empate de ayer de Cambiemos, a última hora del viernes trascendieron encuestas que lo daban ganador a Bullrich por 5 puntos –cosa que al final no ocurrió-, motivo por el cual hubo un fuerte rebote de las acciones? Veremos hoy.
Parecería que se avecina una primavera política “Cambiemista” ayudada por la recuperación económica que ya es ostensible y que es muy probable que continúe en 2018 a tasas no menores al 3% anual.
De todas maneras, a no emborracharnos con estos éxitos políticos de corto plazo por parte de gente razonable como hay en el gobierno. Económicamente, Cambiemos, hasta ahora, es kirchnerismo de buenos modales, así que si no cambia en serio (lo único muy bueno que hizo con la economía fue en sus primeros meses de gobierno) yendo contra los empresarios prebendarios, la mafia sindical y el desastre fiscal permanente que es la Argentina, sólo tendremos las típicas recuperaciones cíclicas que duran varios años para luego volver a frustrarnos en el largo plazo.