Para economistas, la medida sincera los problemas de financiamiento del Gobierno

El anuncio del ministro de Economía, Amado Boudou, sobre la creación del Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad con reservas acumuladas del Banco Central con el objetivo de hacer frente a los pagos de deuda de 2010, desnuda los problemas de financiamiento del Gobierno, de acuerdo a la opinión de los economistas.

Luego de que Boudou comunicara la medida, Ámbito.com dialogó con especialistas, que manifestaron su lectura sobre la iniciativa. La mayor coincidencia se dio en torno a las dificultades para encontrar mecanismos que permitan hacer frente a los compromisos que la Argentina deberá afrontar el año próximo.

Para Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres, hay dos puntos centrales: "Uno es cómo se creará el Fondo, ya que no se habló del tema. Hay que ver si es una colocación de un bono del Tesoro al Banco Central por el valor de las reservas, o si se toma como un dividendo que paga el BCRA, o una reducción de su patrimonio, hay que esperar a conocer bien en detalle la instrumentación de la medida".

"Por otro lado, si se trata de un Fondo que sólo actúa como garantía de que el Tesoro cumplirá con los vencimientos de deuda, la medida no está mal. Ahora si se utilizan las reservas para pagar deuda cash, es peligroso. No está mal cancelar deuda pero se debe hacerlo con excedentes del Tesoro cuando tiene superávit fiscal. El riesgo de esta medida es que se interprete que se puede repetir".

José Luis Espert, de Espert & Asociados, se mostró en desacuerdo con la medida comunicada por el ministro de Economía. "Se debilita el respaldo en dólares de los depósitos de la gente con que los bancos compraron deuda pública del BCRA, que permitió a la entidad acumular reservas", aseguró.

Además, el economista dijo que el anuncio "marca la continuidad de una política fiscal irresponsable del gasto público; esto es un indicador de que no cederá". Sin embargo, manifestó que "si la alternativa era una default o reestructuración forzada, es mejor dar certidumbre sobre el pago de la deuda".

Nadín Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, indicó que el gran desafío del Gobierno es recuperar superávit sin ahogar al sector privado en una fase de reversión del ciclo recesivo. "Esta medida es una señal negativa, porque abre la puerta a un nuevo financiamiento del gasto público. Preocupa que se utilicen reservas del BCRA para financiar el flujo fiscal", señaló.

Además, añade que si bien el mecanismo se utilizó en 2006, en aquel año el superávit rondó los $ 3.800 millones. En cambio, "esta vez el contexto es deficitario; con lo cual, es vital marcar que se utilizarán las reservas por única vez", sostuvo.

Pero, por otra parte, para el especialista también "es positivo que se cancele deuda". "La señal es contundente: no hay riesgo de cesación", concluyó.

María Castiglioni de CyT & Asoc. Asesores Económicos, dijo que "aún no se han conocido los detalles de la medida, pero en principio parece ser algo parecido a cuando se realizó el pago al FMI, donde se creo el concepto de libre disponibilidad de las reservas. Me da la sensación de que será un mecanismo similar al utilizado en ese momento".

En cuanto a la medida en sí, "el Gobierno está sincerando que tiene fuertes necesidades de financiamiento. Este año se usaron recursos extraordinarios, como los Derechos de Giro (DEG) que otorgó el FMI al país. Es claro que el superávit no alcanza para cubrir las necesidades financieras y salir al mercado de capitales implicaría tener que reconocer una tasa de interés muy alta. Para los mercados no es malo, especialmente en el corto plazo. De hecho están reaccionando bien", indicó Castiglioni.

Y añadió: "El problema es que otra vez se usan reservas internacionales. Esto sincera también que el esfuerzo fiscal no va a ser tan fuerte el año próximo. Lo ideal sería no utilizar el Fondo de Garantía. Si el Fondo es utilizado como una señal y no se usa, es una buena señal y permitiría bajar las tasas de interés. Pero si se llegan a usar las reservas, no sería una buena señal".

Por último, para Aldo Abram, director de la consultora Exante, "cuanto mayor sea el uso reservas del Banco Central, mayor es el costo en término de devaluación e inflación que vamos a pagar los argentinos". También afirmó que el gobierno no debería financiarse con estas reservas y, en cambio, tendría que buscar otra forma de hacer frente a los compromisos. "Los costos lo pagan los más pobres, ya que sobre ellos recaen luego los resultados de la inflación y la devaluación", agregó.

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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