“Si es por los diarios, el próximo mes renuncio y me caso, y les aseguro que ninguna de las dos cosas son ciertas”, retrucó ayer Martín Lousteau en declaraciones radiales. El ministro ofreció entrevistas a cuatro emisoras para responder a las entidades del campo por los cambios en las retenciones (ver nota central), pero también debió referirse a los rumores sobre su eventual alejamiento del cargo, a sus peleas con Guillermo Moreno y a la crisis en el Indec. “En el transcurso de los próximos dos meses se terminará la discusión” sobre cómo se mide la inflación, pronosticó. En ese lapso, aseguró, el Gobierno presentará el nuevo Indice de Precios al Consumidor, cuya “robustez” ahora se está chequeando.
Pero los problemas en el Indec van más allá del IPC. El organismo ayer confirmó los desplazamientos de la directora de Estadísticas Primarias, Delia Keller, y de la coordinadora del área, Cristina Sabalian, quienes habían planteado objeciones técnicas a la forma en que se trata de encarar el Censo Nacional Agropecuario. Además, la comisión interna de ATE cuestionó el nombramiento de Daniel Petteta al frente de la Dirección de Estadísticas Sectoriales, funcionario a quien atribuyen haber realizado maniobras de manipulación de la Encuesta Permanente de Hogares para el cálculo de las líneas de pobreza e indigencia.
Lousteau defendió la confección del nuevo índice de precios. “El Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete estamos trabajando en conjunto para terminar de elaborar un índice y zanjar esta discusión” sobre la inflación, indicó. Atribuyó los cuestionamientos a los datos oficiales al proceso político del año pasado. “Las discusiones se generaron en un momento muy particular, en el año electoral”, evaluó. El jefe de Hacienda dijo que se están terminando de consolidar los datos que se cargan al nuevo índice, pero no dio precisiones sobre si el turismo, las prepagas y las cuotas de los colegios privados estarán o no incluidos. “La robustez de todo esto tiene que ser debidamente chequeada. Armar un IPC es un proceso mucho más complejo de lo que la gente cree”, completó.
El ministro refutó a economistas de la city que estiman niveles de inflación de entre 26 y 28 por ciento, como José Luis Espert y Miguel Angel Broda. “Tenemos que ser rigurosos. En el Indec trabajan mil personas, relevan 80 mil datos por mes, que se cargan y se procesan con un sistema estadístico. En base a qué Espert o Broda hacen sus propios cálculos. Yo no sé cuánta gente trabaja con ellos, pero creo que tenemos que ser rigurosos”, cuestionó. Lousteau no dejó pasar la oportunidad de recordar que esos economistas fueron los que propusieron recetan ruinosas en los ’90. “Recetas que llevaron a nuestro país, a nuestra economía y a nuestra gente a una de las peores calamidades de nuestra historia”, atacó.
Consultado sobre las supuestas diferencias con Guillermo Moreno, aseguró que “no hay diferencias” y remarcó que esos rumores son “totalmente infundados, lo mismo que aquello de que estuvimos a punto de tener un problema, y lo mismo con los rumores de renuncia”. Hace dos semanas trascendió la versión de que el ministro y el secretario estuvieron cerca de tomarse a golpes en una reunión en Casa Rosada por diferencias en la política de retenciones a las petroleras. El rumor añadía que Lousteau ofreció su renuncia a Cristina Fernández en distintas oportunidades por esos días.
“Con Moreno trabajamos todo el tiempo, Moreno es un colaborador, es un secretario de Estado como el resto de los secretarios de Estado con el que trabajamos permanentemente en muchos temas de la economía.” De esa manera, Lousteau ubicó a Moreno en el lugar de un subordinado y no de un hombre que lo supera en poder en el esquema del kirchnerismo. Para reafirmar su desmentida de las peleas con Moreno y de su supuesta renuncia, el ministro hizo referencia a la versión periodística de que estaría por casarse y de que se lo vio cenando en una supuesta despedida de soltero. “Les aseguro que no es cierto”, aseguró, y contó que hace tiempo convive con su novia.