El constante deterioro del superávit fiscal y el notable incremento del gasto público generaría nuevas necesidades del gobierno por hacerse de recursos del sector agropecuario. No sería la primera vez que se aplican aumentos tributarios al agro. En lo que va de 2007 ya se hizo en dos oportunidades.
El progresivo aumento del gasto público que experimenta el Gobierno nacional podría derivar en un nuevo incremento en las retenciones sobre el sector agropecuario. Así lo afirmaron hoy economistas consultados por Infocampo.
“Si el superávit fiscal se sigue deteriorando de la manera que lo viene haciendo, seguramente se tenderá a aumentar impuestos sobre los sectores que todos conocemos”, dijo hoy a Infocampo Nadin Argañaraz, director de la Fundación Mediterránea.
“El gasto público viene aumentando ente 35 y 40% anual; mientras que el superávit lo hace en el orden del 30%”, señaló Argañaraz, para luego agregar que “esto podría generar serias complicaciones en el mediano plazo”.
Un estudio de la Fundación Mediterránea estima que a través de la reforma provisional que llevó adelante el gobierno, el Estado aumentó sus ingresos en unos 1.400 M/$. Al respecto, Argañaraz aseguró que “gracias a este dinero que ingresó a las arcas del Estado, el gobierno puede mostrar un crecimiento del superávit en relación a enero/mayo de 2006”.
Por su parte, José Luis Espert, economista y titular de Espert y Asociados, dijo que “el gobierno tiene una clara pretensión de utilizar al agro para financiar su caja fiscal”.
“En el mediano plazo veo dos escenarios posibles: o aumentar los impuestos o devaluar un poco más, aunque esta última alternativa es poco probable”, indicó Espert, y añadió que “la política del gobierno es totalmente antiagro y no habría que sorprenderse ante futuras medidas que atenten contra la producción”.
En 2007 los ingresos fiscales alcanzarían los 250.000 M/$, mientras el gasto público lo haría en el mismo valor, según un estudio realizado por la consultora Espert y Asociados. En tal sentido, Espert dijo que “el gobierno ha hecho un total desastre en materia fiscal”.
En lo que va del presente año el gobierno incrementó la presión fiscal sobre el agro en dos oportunidades. La primera fue en enero, cuando se implementó un aumento de 4 puntos porcentuales de los derechos de exportación aplicados sobre el poroto, la harina y el aceite de soja (las elevó de 23,5% a 27,5%).
El nuevo esquema impositivo sobre el complejo sojero pretendía generar ingresos adicionales por 400 M/u$s para compensar a productores trigueros y agroindustrias que utilicen granos para elaborar alimentos básicos. Pero hasta la fecha solo se distribuyeron compensaciones por apenas 156,3 M/$, beneficiando solamente a 15.540 destinatarios.
También se incrementó la presión impositiva sobre el sector lácteo. En febrero comenzó a regir la resolución 61/07 del Ministerio de Economía, que establece un precio máximo de 2100 u$s/tonelada para las ventas externas de leche en polvo entera.
A mediados a abril pasado, además, el gobierno decidió extender la aplicación de derechos de exportación adicionales a las ventas externas de leche fluida, leche en polvo descremada y quesos, entre otros productos.
Nota Original: INFOCAMPO | 19/07/2007