El superávit fiscal primario de 2006 que obtuvo el gobierno nacional llegó a $ 23.157,9 millones, y alcanzó así a 3,53% del PBI. El dato fue destacado ayer por Felisa Miceli como un éxito de la gestión, aunque hay dos cuestiones para considerar: se produjo por segundo año consecutivo un deterioro en el nivel de ahorro de la Nación respecto del PBI (en 2005 había llegado a 3,7%) y el aumento del gasto se aceleró a poco más de 27%, superando la performance de la recaudación, que subió 25,8%. De todas maneras, desde el punto de vista nominal, el superávit fue 18% más alto que el obtenido el año anterior. En el Palacio de Hacienda destacaron que en diciembre el ahorro primario llegó a $ 279 millones, pese al pago de aguinaldo de salarios y jubilaciones y el adelanto en el cronograma de pagos. Sin embargo, el resultado financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda, mostró un déficit abultado el mes pasado, totalizando casi $ 2.400 millones. Esta cifra incluiría el pago del cupón del PBI que insumió más de $ 1.000 millones.
Miceli destacó en conferencia de prensa junto al secretario de Hacienda, Carlos-Mosse, que el superávit consolidado de 2006 llegó a 4%. La cifra -tal como informó Ambito Financiero había sido adelantada por el secretario de Finanzas, Sergio Chodos, y el subsecretario de Política Económica, Martín Abeles, ante inversores en una conferencia en México.
La ministra desagregó los datos de 2006: aplicando un particular redondeo, explicó que el superávit de la Nación llegó a 3,6% del PBI (en realidad, estuvo más cerca de 3,5%) y que el de las provincias alcanzó 0,4%, aunque todavía no hay datos oficiales sobre esto último. En 2005, el ahorro había alcanzado 3,7% y 0,7% respectivamente, arrojando un total de 4,4% del PBI.
En lo que respecta a las erogaciones, sobresalió el gasto de capital, que aumentó 64,5%. El grueso de éste se dirige a financiar obras públicas. Según comunicó el Palacio de Hacienda, se dirigió a «emprendimientos a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad, transferencias a los gobiernos provinciales y transferencias a obras de interconexión eléctricas».
Alerta
El economista José Luis Espert explicó que «si bien se mantiene alto el superávit primario, hay dos aspectos que deben observarse con cuidado. El deterioro de las cuentas públicas provinciales es cada vez mayor y también va creciendo el pago de intereses, lo que impone más presión a las cuentas públicas». Por este motivo, el gobierno calcula colocar en los mercados alrededor de u$s 6.000 millones este año para cubrir vencimientos de deuda, considerando tanto capital como intereses.
Miceli se mostró reacia a reconocer que las provincias están con una situación más complicada desde el punto de vista fiscal: «En términos generales, observamos que la situación sigue siendo sólida, pero vemos que en el corto plazo pueden presentarse estas problemáticas». La más complicada para 2007 es la provincia de Buenos Aires, con un déficit estimado en $ 1.600 millones.
Los inversores reciben positivamente el dato de superávit primario porque sigue bastante por encima de 3,2% que se viene presupuestando. Además, hoy el país tiene buen acceso a los mercados de capitales ( particularmente el local), por lo que no peligra el pago de la deuda al menos en el corto plazo.
Sin embargo, también hay preocupación por las presiones de mayor gasto que puedan presentarse este año, ante la proximidad de las elecciones presidenciales de octubre. Se estima que habrá una nueva reducción del superávit, ya que la Nación aportaría alrededor de 3,4 por ciento del PBI, pero las provincias tendría un resultado neutro.
Nota Original: ÁMBITO FINANCIERO | 23/01/2007