La situación fiscal – Orlando Ferreres

Crece el gasto pero Superavit sigue alto

Uno de los pilares de la política económica goza de buena salud. El superávit fiscal primario de 2006 fue de $ 23.100 millones, 3,5% del PBI. Pero hubo un ligero deterioro contra 2005, cuando había sido de 3,7%. Este año preocupan el aumento del gasto público y el deterioro de las finanzas provinciales. A continuación, un artículo del economista Orlando Ferreres que seguramente generará polémica entre colegas.

Positivo, positivo, positivo

1. Superávit fiscal

En estos últimos años se ha verificado un cambio sustancial en el manejo de las cuentas públicas nacionales, con fuertes niveles de superávit fiscal, situación que no se había dado desde 1810 (salvo excepciones, como el caso de la venta de activos contabilizada como rentas generales para aplicar a gasto corriente, como en 1994). Superávit es poder y déficit fiscal es debilidad, humillación, necesidad de pedigüeñar. Los gobernadores aún no han aprendido esto, por lo cual están entrando en déficit, especialmente Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires. En 2006, el superávit primario del gobierno nacional, antes del pago de intereses, fue de $ 23 mil millones y, teniendo en cuenta que los intereses netos fueron de $ 10,7 mil millones, quedó un superávit total, como reserva para malos momentos o para cancelar deuda, de $ 12,7 mil millones, o sea u$s 4.040 millones. Para 2007 estimamos un superávit primario similar, de $ 20 mil millones y un total de $ 9 mil millones. ¿Qué significa esto? Que el Tesoro ayuda al Banco Central a retirar liquidez sobrante de la economía, y éste no está solo en la lucha contra la inflación. De esta manera se puede mantener un tipo de cambio real más alto que el promedio histórico, sin generar dosis de inflación inmanejables, como ocurría en la época de Alfonsín.


2. Superávit comercial

En 2002, las exportaciones fueron de u$s 25 mil millones y en 2007 habrán aumentado al doble: serán de u$s 50 mil millones, con lo cual tendremos un superávit comercial de u$s 11 mil millones, pues las importaciones se calculan en u$s 39 mil millones. Además, el sector privado no financiero podría ingresar al país una cifra similar o algo menor que la de 2006 (u$s 6 mil millones), con lo cual el Banco Central tendría que hacer frente a una avalancha de dólares, lo que lo llevaría a pagar más tasa de interés para hacer atractivas las inversiones en Notas del Central (Nobac) o Letras (Lebac) y así poder cancelar la liquidez sobrante, pero a un alto costo. Al tener superávit el Tesoro, puede comprar alrededor de u$s 6,5 mil millones, con lo cual el Central tiene un trabajo más manejable. Lo ideal sería que el Tesoro incrementara más el superávit fiscal, para darle factibilidad a largo plazo a esta política.


3. Cuentas del Banco Central

¿Cómo andan las cuentas financieras del Central con todos los dólares que tiene que comprar? ¿Se viene un déficit cuasi fiscal explosivo, como en la época de Alfonsín? Mucha gente pregunta por este ángulo de la política económica y algunos creen que es el talón de Aquiles de este gobierno. Las cuentas no indican para nada esa tendencia: en 2006 los ingresos financieros del Central (por intereses sobre reservas, crédito neto a entidades, intereses sobre títulos públicos, letra intransferible 2016, intereses sobre préstamo garantizado y otros) llegaron a $ 5.289 millones en tanto el pago de intereses sobre diversos títulos del BCRA llegó a $ 4.527 millones, con lo cual se registró un superávit financiero de $ 762 millones. Para 2007, los ingresos financieros, según los rubros descriptos, crecerán a $ 7.240 millones, principalmente por mayores intereses sobre reservas colocadas en el exterior. En tanto, los egresos financieros los estimamos en $ 6.357 millones, con lo cual seguirá habiendo un superávit financiero del Banco Central, aun más alto que el año que pasó, ya que en 2007 alcanzará a $ 882 millones. Si a esto se suma que a partir de enero de 2007 el Banco Nación (entendemos por cuenta del Tesoro nacional) empezó a comprar dólares en el mercado, siguiendo esta política que venimos describiendo, la perspectiva para 2007 es muy sólida. ¿Qué es lo que habría que hacer? Para prepararse para eventuales años de baja recaudación habría que incrementar el grado de compras del Tesoro, para lo cual habría que mejorar el superávit fiscal nacional y con esto compensar la política obsoleta de déficit fiscal que aún tienen las provincias con mandatarios de la vieja ola económica. El riesgo-país, es decir la perspectiva de no cumplir con el pago de las deudas del Tesoro nacional que vencen en el período de pronóstico, no sólo es bajo, sino que es realmente nulo. Este indicador llegó a más de 5.000 puntos antes de la crisis de 2002 y ahora está debajo de los 250 puntos, y sigue bajando.

Faltan bastantes cosas por resolver en la economía argentina; se han creado también problemas innecesarios, pero la política monetaria y fiscal está en el camino correcto y es bueno poder destacarlo mientras siga así.

José Luis Espert

José Luis Espert

Doctor en Economía

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