Las opiniones respecto al mercado de petróleo van de un extremo al otro. Por un lado, tenemos bancos de inversión como Goldman Sachs que advierten del peligro que el precio del petróleo supere la barrera de los u$s 100 por barril. Del otro lado de la vereda están aquellos que piensan que el precio ha tocado su techo a principios de abril cuando alcanzó los u$s 58 por barril.
Lo que sucedió en 2004 puede ayudar a dar un poco de luz a este panorama tan incierto. La suba de los precios del petróleo el último año y su gran volatilidad reflejó la combinación de una demanda global robusta, shocks temporarios a la oferta, incertidumbre geopolítica y poca capacidad instalada ociosa por parte de los países de la OPEC.
El consumo de petróleo creció 2.73 millones de barriles por día (mbd) (3,4%) en 2004, valor muy por encima de las estimación de crecimiento de 1,2 mbd de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés). La vigorosa expansión de la economía global fue el motor de la suba del precio del petróleo. El impulso fue liderado por China, con un incremento de 0,86 mbd -constituyéndose en el segundo mayor consumidor del planeta, seguido por USA (incremento de 0,61 mbd) y otros países asiáticos (suba de 0,45 mbd).
Por el lado de la oferta, a pesar de la tensión entre Yukos y el gobierno ruso, Rusia contribuyó en más de la mitad del incremento de la producción de petróleo de los países fuera de la OPEC que alcanzó 1,1 mbd. Sin embargo, dicho crecimiento se vio aplacado por una disminución significativa en la OECD (-0,35 mbd) como resultado de los estragos del huracán Iván y caídas estructurales en los niveles de producción en el Reino Unido y Noruega.
De esta forma, el aumento se quedó corto respecto al crecimiento del consumo global, generando una demanda creciente por el petróleo de la OPEC. El organismo adoptó una postura acomodaticia frente al surgimiento de la demanda, gradualmente elevando las cuotas oficiales de 23 mbd en abril a 27 mbd en noviembre y manteniendo la producción cercana al máximo posible hasta fines de 2004.
Para el resto de 2005 las aguas están divididas. ¿En que se basan los que dicen que los precios no seguirán creciendo? En primer lugar en una desaceleración en el crecimiento de la demanda de China, que pasó de crecer 20,8% año a año a principios de 2004 a crecer 5,4% a inicios de 2005 según la IEA La desaceleración en la demanda está acompañada por un incremento en los niveles productivos de 0.3 mbd en marzo de la OPEC de acuerdo a estimaciones de la IEA. En segundo lugar el hecho de que los precios forward superen a los precios spot lleva a pensar a algunos analistas financieros que los compradores aprovecharán este momento para acumular stocks reduciendo las presiones inflacionarias en los meses venideros
En la vereda opuesta hallamos a los que auguran un 2005 con precios más altos. El principal argumento es el robusto crecimiento económico, principal driver de la demanda de petróleo, acompañado por políticas impositivas que protegen a los consumidores finales de los incrementos en los precios (especialmente en los países en desarrollo). Si a esto le sumamos un margen limitado de la OPEC para aumentar sus niveles de producción en el corto plazo subas de precios lucen inevitables. Los de este bando señalan que la diferencia entre el precio spot y el precio forward sugiere un cambio estructural hacia precios permanentemente más altos.
Por lo tanto parece que las divergencias en las perspectivas de los precios de petróleo surgen de mayor o menor optimismo sobre la fortaleza de la economía global, donde a mayor optimismo mayores precios de petróleo. Por otro lado, independientemente del escenario de crecimiento económico global, la capacidad ociosa va a permanecer baja por lo cual los precios van a continuar siendo sensibles a las tensiones geopolíticas. Un shock exógeno sobre los niveles de producción de algún jugador importante puede generar un salto en los precios.
De cara al mediano plazo resultarán claves los planes de expansión de la frontera de posibilidades de producción de la OPEC. Teniendo en cuenta que los flujos de inversión son significativos e irrecuperables en el sector petrolero, la OPEC probablemente adopte una postura cauta a la espera de lo que suceda con el crecimiento global con lo cual la capacidad corra detrás de la demanda si no hay una desaceleración importante.