Desde Economía dicen que el encuentro será para darle un marco político a la segunda revisión de objetivos del acuerdo con el FMI que comenzará a mediados de este mes. El economista José Luis Espert aseguró en Radio 10 que "el Fondo no está exigiendo más sino algo que se firmó"
“El Gobierno es un verdadero irresponsable sobre lo que está haciendo con la deuda y eso es lo que está dificultando que la negociación con el Fondo sea más fluida. Y es irresponsable porque el Gobierno tiene la plata para hacer una oferta más sensata. La propuesta hasta ah! ora es ridícula. Nadie va a aceptar una quita del 90%”, consideró en Radio 10 el economista José Luis Espert.
Para el experto, el Gobierno tiene la plata para cerrar un acuerdo sobre la deuda rápido, “pero se la quiere gastar toda”. Agregó: “El aumento del gasto público desde que la Argentina salió del colapso es de 15 mil millones de pesos. Este es el verdadero punto”.
“La recaudación está, sin ajuste fiscal, sin matar a la gente de hambre, la Argentina puede cerrar un acuerdo razonable, sin generar recesión”, insistió.
“Este Gobierno quiere hacer su agosto como todos los gobiernos. Por eso, es el único responsable de que este tema de la deuda no se solucione”, afirmó.
Consultado acerca de las declaraciones del presidente Kirchner en las que aseguró que los bonistas habían ido al casino y que les había ido mal, Espert manifestó: “Kirchner también se benefició de ese casino cuando era el gobernador de Santa Cruz. No habría podido vender las acciones de YPF que le regaló el Gobierno federal ni tampoco vender los bonos que recibió por supuestas deudas de la Nación. Hoy la provincia tiene afuera del país varios cientos de millones de dólares”.
“Hoy pocos de los que se rasgan las vestiduras tienen derecho a chillar”, aseveró.
Respecto de si la situación argentina se puede complicar este fin de semana, dado que se trata en la reunión del G-7 la deuda argentina Espert comentó que es difícil de predecir.
“El FMI no exige más sino que está exigiendo algo que se firmó”, completó.
El lunes habrá reunión
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, se reunirá el lunes con el director gerente del FMI, Horst Köhler, para definir la agenda del gran tema que quedó pendiente en la firma del acuerdo en septiembre pasado: la reestructuración de la deuda.
La cumbre tendrá lugar en Miami, donde el sábado se reunirán los ministros de Finanzas del Grupo ! de los Siete. El default argentino, ya se anunció, tendrá un espacio especial en el encuentro. Se espera que será en ese marco que cada uno de los países desarrollados exponga las pretensiones respecto del proceso que deberá encarar la Argentina.
Köhler llegará así a la reunión con Lavagna con exigencias más concretas que las que los integrantes del G-7 vienen expresando en público.
Según voceros de Economía, el objetivo del encuentro es darle un “marco político” a la segunda revisión del acuerdo, de la que depende la continuidad del programa de refinanciación de vencimientos con los organismos o un eventual nuevo default con el Fondo. Aunque en principio no está previsto, no se descarta que el ministro mantenga otros encuentros con funcionarios del G-7. Por lo pronto, no está confirmada aún la fecha de regreso a Buenos Aires.
Los lentos avances en la renegociación de la deuda terminaron por quebrar el unánime apoyo de los países desarrollados en el directorio del FMI la semana pasada, cuando con dos meses de demora se votó la aprobación de las primeras metas del programa. En la ocasión, el organismo advirtió que la segunda revisión estaría fundamentalmente orientada a la renegociación de la deuda.
A partir de ahí, comenzó una escalada de tensión en torno del default más grande de la historia. El subsecretario del Tesoro norteamericano, John Taylor, salió esta semana en dos oportunidades a avalar el reclamo del FMI. Fue el miércoles el turno de ministro francés, Jean Pierre Jouyet, quien en nombre del G-7 pidió “un diálogo constructivo y de buena fe” entre la Argentina y sus acreedores.
Sin embargo, la frase le resulta al Gobierno lo suficientemente ambigua. El lunes, Lavagna y Köhler definirán con mayor precisión el significado de los términos “diálogo constructivo” y “negociaciones de buena fe”.
“No está muy claro a qué se refieren cuando piden progresos en la reestructuración de la deuda como condici! ón para la segunda revisión. Eso es lo que se va a discutir. La idea es poner en negro sobre blanco las condiciones concretas”, informaron fuentes de Economía.
De esta forma, el Gobierno y el Fondo completarán una tarea que trabó en su momento las negociaciones para llegar al acuerdo vigente. En ese momento, fueron fuertes las presiones para que se incluyeran en la carta de intención lineamientos precisos para la reestructuración de la deuda y también fueron importantes las expresiones de rechazo ante la ausencia de los mismos en el texto.
Capítulo inconcluso
Ahora, la presión se hizo insostenible y todo indica que el capítulo inconcluso de la carta comenzará a redactarse el lunes. Apenas cinco días después del encuentro entre Lavagna y Köhler, llegará al país la misión del FMI para realizar el segundo control del acuerdo, pero será del resultado de la reunión en Miami del que dependerá, en gran medida, el desembolso de u$s3.000 M que se espera para marzo destinado a cancelar un vencimiento