El ministro de Educación pidió que el organismo lidere el proyecto, que cuenta con el apoyo de Brasil, Uruguay y Venezuela
· La idea es lograr que los acreedores acepten que parte de los fondos que se les deben se destinen al área educativa
· Este mecanismo sería monitoreado por una institución civil
PARIS.- Ante representantes de las más variadas civilizaciones y culturas, el gobierno argentino pidió ayer a la Unesco que lidere la propuesta del canje de deuda por educación, como parte de una iniciativa global impulsada junto con Brasil.
La petición corrió por cuenta del ministro de Educación, Daniel Filmus, ante el magno auditorio de la 32a. Conferencia General de la Unesco, presidida por el director general del organismo, el japonés Koichiro Matsuura, que escuchó con atención el discurso de ocho minutos del funcionario argentino.
Presentada con el apoyo de los representantes de Venezuela y Uruguay, la propuesta comprende el compromiso de dejar de pagar un porcentaje del servicio de la deuda acordado con los organismos y países acreedores para destinar sumas adicionales al presupuesto educativo. El objetivo es garantizar el acceso universal a una enseñanza de calidad, mediante una ejecución de los fondos monitoreada por entidades civiles y no gubernamentales.
Banderas de los 190 países integrantes de la Unesco y las vestimentas típicas de muchos representantes de naciones africanas le dieron un marco colorido a la presentación de Filmus, que estuvo acompañado por el embajador argentino en París, Juan Archibaldo Lanús, titular de la representación argentina ante el organismo internacional hasta esta asamblea.
El mensaje
"Venimos a proponer a la Unesco que lidere la iniciativa de canjear parte de los servicios de la agobiante deuda externa, que deben enfrentar muchos países en desarrollo, por inversiones en educación y conocimiento", expresó Filmus en su mensaje.
Sumó su palabra, así, a la propuesta que el jueves último presentó ante el mismo auditorio el ministro de Educación de Brasil, Cristovam Buarque, que consideró indispensable su aprobación para poder desarrollar programas de alfabetización, el acceso de familias pobres a la escuela y mejorar la formación de los maestros, entre otros objetivos.
En el caso argentino, anticipó Filmus a LA NACION, este canje podría significar en una primera etapa nuevas partidas por $ 150 millones, por ejemplo, para asignar becas orientadas a que todos los chicos terminen la enseñanza básica obligatoria. Hoy, el 30 % de los alumnos no llegan a completar el tradicional segundo año del secundario.
El titular de Educación comentó que la iniciativa ya está acordada con el canciller Rafael Bielsa y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y que es una prioridad del presidente Néstor Kirchner. Precisó que la liberación de fondos del pago de la deuda permitiría también aumentar la inversión en ciencia y tecnología, uno de los objetivos de su gestión.
"La prioridad es fortalecer los dos extremos: la formación básica y el desarrollo científico y tecnológico, para que el país alcance una política estratégica de desarrollo", dijo Filmus.
Pese a que algunas estimaciones previas indicaban que la propuesta del canje por educación podría aportar hasta $ 300 millones o $ 500 millones adicionales al presupuesto educativo, el ministro advirtió que aún es prematuro hablar de montos porque, en definitiva, las negociaciones serán bilaterales y en tres niveles distintos: con los organismos internacionales de crédito, con los Estados acreedores y con los tenedores de bonos, que conforman la "deuda privada". Para este último caso no se ofrecerá un canje por los servicios de la deuda, sino algún mecanismo de desgravación impositiva que permita crear un fondo de estímulo a la educación.
El director de la Unesco-Brasil, Jorge Werthein, consideró viable la iniciativa, que tras los mensajes de los ministros será convertida en una resolución para ser analizada por el organismo.
"Espero que sea apoyada por los países. La Unesco está decidida a asumir el liderazgo que pide la Argentina y llevar esta voz a todos los foros en los que el organismo participa", anticipó Werthein, de nacionalidad argentina, a LA NACION. Explicó que la misión de la Unesco será ofrecer capacidad técnica para la ejecución de este tipo de programas y dar cuenta de la utilización de los recursos a la comunidad internacional.
Filmus fundamentó la propuesta del trueque de deuda por educación en mecanismos similares acordados entre distintos países en otras disciplinas. Citó el caso de España, que llegó a un acuerdo con Perú y Bolivia para fomentar planes de desarrollo social, y con Costa Rica, para promover inversiones en favor de la preservación del medio ambiente, mediante el denominado "canje de deuda por oxígeno".
La intención del gobierno argentino, que ya cuenta con el respaldo de Unicef, es asignar a alguna institución civil el monitoreo del uso de estos fondos, para garantizar que efectivamente sean adicionales al presupuesto y que se cumpla con el destino específico de los recursos, que no podrían ser destinados al pago de salarios. Dicha asociación civil podría ser la Mesa del Diálogo Argentino.
El ministro recordó en su mensaje que la idea de desarrollar mecanismos de trueque de deuda por educación es una de las principales recomendaciones elaboradas por Jacques Delors en su recordado trabajo "La educación encierra un tesoro", encargado por la propia Unesco y convertido en una base doctrinal para la elección de programas de apoyo a la educación.
En 1996, cuando nadie pensaba que un país como la Argentina iba a caer en default, Delors planteó la necesidad de "estimular la conversión de la deuda con el fin de compensar los efectos negativos que tienen sobre los gastos de educación las políticas de ajuste y de reducción de los déficit internos y externos".
Las nuevas demandas
Tras valorar la acción llevada adelante por la Unesco, el ministro argentino precisó que, a pesar de los logros obtenidos y de los esfuerzos realizados, "aún no se ha conseguido democratizar la educación y la cultura ni rescatar del analfabetismo a una gran parte de la humanidad".
En ese sentido, recordó que 880 millones de adultos permanecen analfabetos, 113 millones de niños no acceden a la escuela y 550 millones de criaturas menores de seis años no reciben ningún tipo de educación. "Es indispensable garantizar que la escolaridad sea de calidad, promover mecanismos de educación a lo largo de toda la vida y asegurar las condiciones para un desarrollo científico tecnológico vigoroso, que permita que nuestros pueblos accedan a mayores niveles de crecimiento y bienestar", señaló.
Finalmente, tras definir la educación, el conocimiento y la ciencia como "estrategias de desarrollo que permiten, al mismo tiempo, el crecimiento económico basado en la competitividad genuina y el acceso a mayores niveles de calidad de vida", Filmus defendió enfáticamente la premisa de que la educación no debe expandirse únicamente como política social o como un simple mecanismo de contención
De "iniciativa lógica" hasta "poco seria"
Distintas visiones de los economistas respecto de la propuesta presentada ayer
Distintos economistas consultados por LA NACION consideraron la propuesta que el ministro de Educación, Daniel Filmus, presentó ante la asamblea de la Unesco "factible", "lógica" y hasta "poco seria".
Juan Llach, economista y ex ministro de Educación, dijo que la iniciativa es "factible en lo relacionado con organismos multilaterales", pero que será "muy difícil de aplicar en el caso de los acreedores privados, que además son muchos miles".
"De todas formas creo que es posible canjear parte de los servicios de la deuda, porque las proporciones que se plantean no son muy voluminosas", agregó. Afirmó luego que, de aplicarse la idea, "se transmitiría un buen mensaje porque se está apostando a un aspecto crucial para que los países emergentes puedan progresar".
Miguel Bein, consultor privado y ex secretario de Planificación Económica del gobierno de Fernando de la Rúa , evaluóla iniciativa como "interesante y lógica,porque cualquier mejora a largo plazo en el sistema educativo aumenta el crecimiento potencial de la economía y, por lo tanto, aumentan las chances de pagar la deuda".
Sin embargo, Bein estimó que el problema es que gran parte de la deuda "no está en manos de grandes bancos, como sucedió en la década del 80 cuando el país negociaba con un comité de acreedores dirigidos por el Citibank. Hoy la deuda está en manos de bancos muy chicos, de fondos de pensión o de ahorristas individuales desperdigados alrededor del mundo y esto dificulta que alguien pueda coordinarlos para reunir las voluntades y hacer este tipo de transacción".
Una perspectiva diferente fue la de José Luis Espert, economista y consultor privado.
"Esta es una propuesta poco seria. No la entiendo, porque la Argentina no está pagando la deuda y, una vez que cierre el acuerdo con el FMI, habrá una quita fenomental del 80%. Me parece redundante pedir un poquito más. Esto no es serio porque una vez que el Gobierno logre la quita es su responsabilidad invertirla en educación. Y esa quita no será mayor porque se prometa invertir en educación. Que el ministro de educación se dedique a formar maestros, en lugar de hacer propuestas poco serias como ésta."