No faltó nadie. Consultores privados, ex funcionarios de Economía y hasta economistas de la academia se acercaron ayer a la tarde al quinto piso del ministerio para conocer los detalles del plan de Ricardo López Murphy. Recibieron la información una hora antes del discurso oficial, y agradecieron la gentileza con un apoyo muy moderado a la estrategia planteada por los ex hombres de FIEL.
"Es racional, en general", comentó a la salida Orlando Ferreres, ex viceministro de Economía. Al igual que sus colegas, Ferreres se había pasado los últimos días reconstruyendo la lista de medidas a partir de indicios e información que se filtraba de un equipo económico que usó el hermetismo para evitar que se activaran los lobbies sectoriales antes de tiempo.
Para Hernán del Villar, de la consultora Alpha, "fue un plan valiente, bien equilibrado en cuanto al esfuerzo que deben realizar la Nación y las provincias".
Otros analistas fueron bastante más críticos. A Juan Alemann le hubiera gustado "ver más medidas por el lado de mejoras en la estructura impositiva". El ex secretario de Ingresos Públicos Raúl Cuello, consideró que el plan "es duro, y demasiado ambicioso". Y José Luis Espert directamente pidió un recorte mayor al anunciado; "esto es insuficiente", opinó.
La reunión comenzó a las seis y media. Puntuales y ansiosos, más de 30 economistas llenaron el Salón Padilla del ministerio; escucharon a López Murphy primero (quien se retiró rápido para repasar su discurso), y luego a Daniel Artana, virtual viceministro.
"La mayor parte de las preguntas las hicieron los más parlanchines, como (Carlos) Rodríguez y (Juan Carlos) De Pablo", confió un asistente que prefirió que su nombre no trascendiera.
Las dudas de los economistas se concentraron en la consistencia del apoyo político con el que contarán las medidas, especialmente aquellas que involucran a áreas muy sensibles, como la Educación. Además de Artana, acompañaron al ministro otros funcionarios del nuevo equipo, como Federico Sturzenegger, y un clásico de las últimas dos semanas turbulentas: Manuel Solanet con muletas.
"Hay mucha preocupación en los mercados", comentó a Clarín en el ascensor del ministerio Martín Redrado, de la Fundación Capital, quien no paró en todo el día de ayer de atender consultas de inversores del exterior, "muchos llamadas de Europa: todos preguntaron por la estabilidad del tipo de cambio", comentó. Para Redrado, "faltaron las medidas que todos esperábamos para fomentar la reactivación; lo que se va a implementar sólo retrotrae el escenario fiscal a diciembre".
Aldo Abraham dijo que "este equipo no va a financiar la politiquería de la Alianza". Y agregó: "Si no le respetan su plan, está claro que el ministro va a renunciar".
A la reunión también asistieron, entre otros economistas, Miguel Angel Broda, Juan Llach, Bernardo Kosacoff, Daniel Heymann, Carlos Melconián, Roberto Alemann, Pedro Lacoste y Pablo Guidotti. Dijeron presente hombres de FIEL como Abel Viglione y Juan Luis Bour. El ex ministro de Economía Roque Fernández, tostado, de camisa salmón y sin corbata, fue uno de los últimos en llegar.
Hubo un grupo de economistas que directamente ni quiso emitir opinión a la salida de la reunión. Guillermo Mondino, de la Fundación Mediterránea, se fue corriendo antes de que terminara el encuentro. "¿Tanto le gustaron las medidas?", le gritó una periodista. Mondino no hizo caso y prefirió huir hacia la intensa lluvia que ya se había desatado sobre el microcentro.