Déficit: nuevamente el sector privado es el "pato de la boda"

Si se unieran las declaraciones que el ministro de Economía ha expresado en los últimos días sobre la cuestión fiscal, se podría formar la siguiente frase como representativa de su pensamiento: “El déficit fiscal que tiene hoy el sector público es porque hay financiamiento. Dada esta relación de causalidad, por un lado queda demostrado que la convertibilidad puede sobrevivir con déficit fiscal y por otro, que se pueden bajar impuestos (incentivándose el déficit presupuestario del Estado) sin consecuencias macroeconómicas serias porque el problema en la cuenta corriente de la balanza de pagos que tiende a generarse se compensa con el aumento del ahorro que realizará el sector privado por el aumento en el ingreso disponible.

-Causalidad

Difícilmente los centros académicos más prestigiosos del mundo hayan llegado tan cerca de la “frontera” del conocimiento como sí lo está haciendo la Argentina desde Economía al postular una relación de causalidad desde la oferta de fondos externos que recibe un país hacia el comportamiento fiscal del sector público.
En rigor, lo que el ministro de Economía está sosteniendo tiene que ver con lo que una parte de los economistas también afirmaba en 1995, cuando se combinaban la recesión y el déficit fiscal: “El problema de la Argentina no es el déficit presupuestario sino que su sector público no tiene un mercado de capitales para financiarse”. Ahora lo tiene y de esta manera se maximiza el déficit fiscal para reactivar la economía. No hay ningún país en el mundo que mida el mercado de capitales potencial que tiene su sector público y en función de él agrande todo lo posible el déficit fiscal.

Si es cierto que un país que tiene una cuenta capital de la balanza de pagos (neta de la acumulación de reservas) superavitaria, por definición, tendrá déficit en cuenta corriente, pero esto no tiene nada que ver con tener déficit fiscal. Al contrario, si es el sector privado el que está invirtiendo por encima de su ahorro, el sector público se debería (aunque más no fuera por cuestiones cíclicas)tener superávit fiscal.

-Reflexiones

Se podrían hacer infinidad de reflexiones adicionales acerca de lo errada de la frase del ministro Cavallo pero una de las más importantes en la actual coyuntura, es que aunque el déficit fiscal sea financiable, su no sostenibilidad queda demostrada por el hecho (entre muchos indicadores) de que si bien el enorme impacto macroeconómico que tuvo el efecto tequila sobre la Argentina se debió a la debilidad de la situación fiscal de siempre pero particularmente del primer trimestre de 1995 (recordar la perversa combinación entre desfinanciamiento externo y “shock de rusticidad fiscal”), el “pato de la boda” ha sido el sector privado porque de u$s 7000 millones que crecieron los depósitos desde mediados de noviembre de 1995 hasta ahora, u$s 2000 millones se aplicaron al fondeo de préstamos bancarios al sector público, u$s 2000 millones aumentó la cartera de títulos públicos en poder de los bancos y sólo alrededor de u$s 1000 millones fueron préstamos al sector privado desde el sistema financiero.

Esto es así porque los estados nunca quiebran y cuando se pierde e financiamiento externo con fiscos deficitarios todo el riesgo pasa al sector privado. Si el sector público hubiera estado con superávit el momento de llegar el efecto tequila, se podría haber realizado una política fiscal anticíclica y evitar la caída de más de 4% del PBI en 1995.

-Interrogantes

Queda por racionalizar una última “perla” del ministro de Economía que es el aumento del ahorro privado debido a la baja de Impuesto Internos.
Bajar impuesto internos a bienes que genera externalidades negativas en el consumo no parece ser demasiado eficiente desde el punto de vista de la asignación de recursos. Hay otros impuesto internos que nunca tuvieron razón de ser desde el punto de vista económico y es correcto eliminarlos o bajar sus alícuotas.

Sin dudas que la reducción de impuestos genera un aumento del ingreso disponible del sector privado. A partir de aquí, ¿cuál es la línea argumental por la que aumentará el ahorro privado? ¿Qué valor se le está asignado a la propensión marginal a consumir?¿Acaso será cero debido a que la gente ya ha llegado a su nivel de consumo de largo plazo? ¿Qué dirían los padres de la macroeconomía como Keynes, si escucharan que en un país salido de la hiperinflación no hace más de siete años, se sostiene que los déficits fiscales tienden aumentar la propensión a ahorrar del sector privado y por lo tanto generan mecanismos de autocorrección en la cuenta corriente?

Tal vez, entre tantas cosas valiosas que le debemos los argentinos a esta gestión económica, también este la de aprender nuevos e increíbles conceptos de macroeconomía.

Ámbito Financiero – Pág. 14 – 20 de Mayo de 1996

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José Luis Espert

Doctor en Economía

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