El Ministerio de Economía designó ayer a los bancos de inversión Goldman Sachs y Salomon Smith Barney como organizadores principales de uno de los canjes de deuda previstos como parte del blindaje financiero. La operación rondaría los u$s 3.000 millones y se incluirán bonos emitidos por el gobierno argentino nominados en pesos y dólares.
Aunque aún no hay precisiones respecto de cuándo se efectivizará la operación, desde el Palacio de Hacienda confirmaron que será "dentro del primer trimestre". Los bonos que ingresarán son, fundamentalmente, los de corto y mediano plazo.
Se les dará prioridad, según la propuesta presentada por los bancos organizadores, a aquellos que tengan un plazo inferior a los cuatro años.
En cuanto al nuevo bono que se emitirá para reemplazar a los que salen del mercado, todavía no se definió qué plazo tendrá. Difícilmente sea un título a 30 años, que es la apuesta de máximo de la Secretaría de Financiamiento. Ocurre que la curva de rendimientos de bonos argentinos aún muestra altas tasas de interés y para colocar a tan largo plazo habría que pagar no menos de 14% anual.
Ayer, los títulos argentinos sufrieron caídas muy leves y el riesgo-país -es decir la sobretasa de los bonos locales respecto de los T-Bonds- se ubicó en 737 puntos básicos. Se trata de niveles que todavía están por encima del promedio registrado en el tercer trimestre del 2000.
Con este canje, el Gobierno busca descomprimir el horizonte de vencimientos de deuda del 2001, que supera los u$s 21.000 millones. Ya está definido que en la operación ingresarán títulos diversos, como los Bocon (Previsionales y Proveedores), Brady FRB, y es muy probable que también se incluyan Bonte (Bonos del Tesoro), títulos emitidos en el mercado doméstico cuyos vencimientos van desde un año hasta los cinco.
En cambio, en las operaciones no ingresarán Letes (Letras de Tesorería), cuyas renovaciones se consideran automáticas, y aún se está discutiendo si incluirán Bonos Global con vencimientos hasta el 2005. Otro de los bonos que no ingresarán, en principio, los Bonos Tesoro a Tasa Variable (BTVA), que son papeles con poca liquidez de corto plazo, colocados en su mayoría directamente entre los bancos.
Respecto de otra de las operaciones previstas, el canje de títulos en euros, todavía no se eligió quién lo coordinará. De todas formas, se trata de una operación más chica por el equivalente a u$s 1.000 millones.
Aparte del canje, el Gobierno está completando otras facetas del blindaje. Por ejemplo, hará uso del desembolso por u$s 2.900 millones del FMI, una vez que el paquete sea aprobado este viernes por el directorio del organismo. Luego, restan tres desembolsos más de u$s 1.600 millones, pero que el país aún no decidió si serán utilizados.
"Con este desembolso del Fondo, ya tendremos cubiertas las necesidades financieras del primer cuatrimestre de este año", señalaron altas fuentes de Economía a El Cronista.
Para apoyar los canjes y las primeras acciones de marketing del año, medio equipo económico emprenderá diversas presentaciones ante inversores internacionales, en una apretada agenda de road shows. El primero que sale de gira es el secretario de Financiamiento, Daniel Marx, que parte hacia Zurich y Francfort, previa escala en San Pablo.
Mañana volará hacia la costa oeste de Estados Unidos el subsecretario de Financiamiento, Julio Dreizzen, quien luego de permanecer una semana en esa región se dirigirá a Nueva York para encontrarse con el ministro de Economía, José Luis Machinea. El titular de Hacienda partirá hacia Nueva York entre el domingo y el lunes y, luego de una serie de encuentros en esa ciudad, aguardará la llegada de sus colaboradores.
Según trascendió, en la gira también participará Alberto Ibáñez, que en los próximos días será confirmado como subsecretario de Inversiones.
Los incendios pueden ocurrir, pero solo en el primer trimestre
Los analistas coinciden en que los u$s 2.900 millones deberían ser utilizados para cubrir déficit y deuda, pero no como un mecanismo sostenible en el mediano plazo.
Martín Redrado
(Fundación Capital)
Los fondos se deben usar para bajar el costo de endeudamiento, no hay una utilización alternativa, y desde ya ni pensar que la plata del fondo está para generar más gasto público. El problema estructural es que está venciendo deuda barata y estamos refinanciando a deuda voluntaria en el mercado internacional con un costo adicional importante. Se debe ser más previsible en el perfil de financiamiento internacional, es decir, no estar tan dependiente del mercado externo de capitales y descansar más en el local y multilaterales. Se puede ir creando un colchón, pero va a depender mucho de las condiciones internacionales de financiamiento.
Un punto que marca una visión preocupante por parte del Gobierno es la tendencia a aumentar el déficit (como ocurrió con los decretos de fin de año) en función de un crecimiento que no es seguro que se dé.
Roberto Cachanosky
En mi opinión no se deberían Guillermo Calvo gastar, al menos en cubrir déficit, porque sería como seguir haciendo lo mismo que hasta ahora. Me parece una irresponsabilidad. O se canjea deuda de tasas más caras a tasas más baratas, o se utiliza para cancelar deuda cara. Si no, debería usarse corno colchón para buscar tasas de interés menores en los mercados. De todas maneas, tasas de 200 o 300 puntos me parece, que por ahora no serán posibles, pero probablemente igual el Gobierno tome deuda de 700 puntos y pueda irse creando un colchón de financiamiento para meses posteriores.
Guillermo Calvo
(Ex asesor Ministerio de Economía)
La idea es que estos fondos se usen como garantía, para tener acceso a los mercados, usar la oportunidad del blindaje y las tasas menores de EE.UU. para salir mas agresivamente al mercado de bonos, y utilizar el mercado privado. Aunque, si hay cosas muy urgentes, el fondo está para eso. En el corto plazo no quedará otra y hasta sería buena estrategia porque las tasas de interés todavía pueden bajar más.
La posibilidad de elección hoy es muy limitada, pero es importante sin embargo que en el mediano plazo se empiece a tratar de lanzar bonos en el mercado. Los problemas para encontrar financiamiento van a llevar tiempo de resolver, porque todavía hay dudas en el mercado sobre si hay voluntad política en la Argentina. Si pasa marzo y seguimos con esta situación se complican las cosas, pero hay factores muy positivos en el Exterior que son muy aprovechables para cambiar el curso de los hechos.
Aldo Abram
(Exante)
Lo que habría que hacer es pagar deuda y déficit fiscal durante el primer trimestre del año, para evitar la insolvencia. Con las necesidades para el primer trimestre cubiertas, en el segundo trimestre el Gobierno tendrá que ser más agresivo y salir a colocar bonos. La estrategia es no tener que recurrir a los mercados en el primer trimestre, aunque si hay condiciones favorables para hacerlo sería mejor y permitiría dejar un colchón para el segundo trimestre.
Hoy algunas ofertas para papeles argentinos hay, pero el Gobierno no puede todavía darse el lujo de apretar para conseguir condiciones más ventajosas.
José Luis Espert
(José Luis Espert & Asociados)
El blindaje está hecho para financiar el déficit no para amar colchones. Se deberían destinar a repagar deuda pública para bajar el stock de deuda, y a financiar déficit. Pero la realidad está a años luz de eso, porque el programa con el FMI es de irresponsabilidad rayando con la locura. Para los próximos cinco años el déficit se aumenta en 10.000 millones, y las provincias no congelan el gasto público si se les girarán U$S 3.500 millones más por año.
Seguimos con la misma política fiscal que nos llevó al borde del default. El hecho de que ahora no tengamos tantos problemas es sólo por un contexto internacional más favorable. Cuando el contexto deje de serlo, volverán los problemas.