"Argentina tiene futuro si es capaz de vivir del comercio, alcanza el equilibrio fiscal y puede ahorrar mucho", opinó el economista ultraliberal José Luis Espert, quien disertó en Mendoza invitado por la Bolsa de Comercio. Ante un auditorio repleto, el analista aseguró que "ahora podemos empezar a hacer algo razonable si se implementa un verdadero capitalismo competitivo y no este capitalismo de rapiña, redistributivo, que es horrible".
-¿Qué viene ahora?
-Hoy estamos en una bisagra: o somos Etiopía o podemos empezar a hacer algo razonable. Si hacen las cosas bien, Argentina tiene futuro.
-¿Esta clase dirigente es capaz de tomar las medidas que tiene que adoptar en forma conjunta?
-Esta dirigencia es incapaz de hacerlo. ¿Adónde nos lleva esta dirigencia si es incapaz de hacerlo? Creo que la Argentina va a la peor crisis de su historia. Ya estamos casi en la peor crisis de la historia. Acá no hay que descartar la anarquía. No me animo a decirle cuál escenario es más probable: si hay elecciones anticipadas o anarquía. Y aunque haya elecciones anticipadas no, es fácil evitar la anarquía, porque si triunfa una Carrió, por ejemplo, que tiene pajaritos en la cabeza cuando habla de economía, nos lleva a un precipicio de mucha más profundidad. Lo que es claro es que está clase nos lleva a un empobrecimiento muy severo.
-¿Argentina aguanta un empobrecimiento mucho mayor al que hoy tiene?
-Hay países como el Líbano, que hasta la Segunda Guerra Mundial eran el jardín de Europa Oriental, y después de la guerra ya sabemos lo que vivieron. Pero hay países que vivieron toda la vida en la miseria corno Etiopía. Quiere decir que es posible caer en la miseria y quedarse ahí toda la vida. Con el modelo de Duhalde nos transformamos en miserables.
-¿Que escenario visualiza?
-Creo que si se deja funcionar este modelo vamos a un escenario de empobrecimiento. La anarquía no es una solución para evitar la pobreza, porque uno puede quedarse en la anarquía y en la pobreza. Pero también puede ser que si se hacen las cosas bien, Argentina termine siendo un país sensato. No lo sé bien, pero hoy las posibilidades de ser una cosa u otra son mitad y mitad. La discusión se tiene que dar en el plano de las ideas; la salida es educar al soberano para que el día que haya elecciones vote algo coherente.
-¿Este gobierno tiene chances de implementar su modelo redistributivo?
-No… Estos tipos desaparecen del mapa. No creo que Duhalde vaya a parar el deterioro, estamos dando pasos hacia la marginalidad. La crisis a la cual va la Argentina nos conduce a una situación polar: está la gente que quiere transformar la Argentina en Cuba o Etiopía, como Duhalde, Alfonsín o Moyano, pero también se va a plantear la alternativa de discutir una verdadera asociación con el mundo. Si usted la política económica la. piensa como una redistribución de ingresos como se ha hecho en los últimos 60 años, claramente va a destruir al país.
Porque es vivir rapiñándole a uno para darle al otro. Y da la casualidad de que en la Argentina los que se rapiñan y los que se dan son siempre los mismos, los que tienen poder de lobby. Los ahorristas, los pagadores de impuestos, los asalariados, siempre sufren esta política distributivo. La gente común siempre pierde en este esquema.
-¿Cuál es la salida responsable, sensata?
-Hacer las cosas bien significa hacer un cambio de paradigma. No creo que se pueda construir un país estafando a los que no tienen poder de lobby destruyendo contratos. La salida responsable tiene que ver con un cambio de paradigma, con la aplicación de un verdadero capitalismo competitivo.
-¿Cuál es el nuevo paradigma que usted plantea?
-Filosófica e ideológicamente, creo, apertura total de la economía y tipo de cambio alto, un modelo que nunca se aplicó en el país. Ojo que es un cambio muy duro. En el modelo que yo propongo desaparece una generación de empresarios, los Macri, los De Mendiguren, los Soldati, van a tener que salir a buscar laburo.
-¿Qué opina de la devaluación?
-La devaluación no necesitaba ser acompañada de una estafa a los ahorristas para licuar deudas corporativas. La estafa al ahorrista es la pesificación. Hay que tornar conciencia de que acá no se está muriendo un plancito: se está muriendo una manera de vivir y de hacer negocios. Por eso cuesta tanto asumir el cambio, y como el cambio que se necesita es de tipo cultural, tal vez se necesite un poco más de crisis todavía para cambiar. La mitad del cerebro de la clase dirigente es corrupta y la otra mitad es inepta. No hay ningún país en el mundo, salvo el Líbano, que haya pasado de ocupar un décimo lugar en el mundo a "no existir{como le ocurre a la Argentina. El país nunca tuvo los indicadores de pobreza que tiene hoy.
-¿Se puede administrar la transición sin ningún tipo de seguro de desempleo?
-No. Con el problema social que tiene Argentina (desempleo, marginalidad y pobreza) sin dudas que hay que hacer cosas para luchar contra eso. Y plata para sacar hay a rolete.
-¿Cuál sería hoy un tipo de cambio realista?
-Para esta porquería de política económica que estamos haciendo, un tipo de cambio realista es cualquiera. Para una Política económica que compense el atraso cambiario que tenemos de la última década, y además, dé alguna protección a todos los sectores vinculados por el comercio exterior, el precio del dólar está entre 3 y 4 pesos. Ahora, sin un plan coherente, que es esto que tenemos, el tipo de cambio es cualquiera.
Técnicamente, un plan económico que considere el atraso cambiario que ya tenernos más la necesidad de bajar aranceles requiere de un tipo de cambio muy alto. Hay que eliminar la coparticipación federal, la promoción industrial y tener convertibilidad, o sea prohibición de emitir dinero para mantener al fisco.
-¿Hay que volver a la convertibilidad?
-Sí. Soy partidario de una moneda convertible. No dolarizaría