"El control oficial de precios es un error"

JOSÉ LUIS ESPERT (BUENOS AIRES, 1961) El Presidente de la firma Consultoría Macroeconómica analiza la política de control de precios en Argentina. Considera que se debe tener cuidado con el manejo de los subsidios estatales.

El control oficial de los precios es una medida que causa malestar en los sectores industriales. Los productores defienden sus argumentos para trasladar el costo al consumidor final. El gobierno de Néstor Kirchner, en Argentina, puso en marcha un mecanismo que pudiera ser aplicable en la región.


¿Cuál fue el contexto económico para que Argentina llegara a establecer acuerdos de precios en la cadena de producción?


Los controles de precios siempre se imponen por una escalada no deseada de la inflación. En Argentina, comenzaron como una respuesta a la aceleración de la inflación, que el propio Gobierno estaba causando como consecuencia de una política fiscal expansiva.


¿Cómo comenzaron los controles de precios?

En junio del 2005, con controles de precios muy ‘light’. Pero eran acuerdos de precios del Gobierno argentino con el sector que producía bienes, sobre todo el agrícola.


Pero ese control continúa, ¿cambió en algo su orientación?

En el 2006, el control de precios se transformó en prohibición para exportar alimentos y bajar los precios internos de esos productos. En este año, además, el Gobierno está dibujando las cifras de la inflación a través del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).


¿Se pueden controlar precios?

Es tan cierto que no se pueden controlar los precios, que el Gobierno interviene en el Indec y publica los números que Kirchner sugiere. La primera evidencia del fracaso del control fue cuando se prohibieron las importaciones.


¿Cómo aceptaron los productores y distribuidores este acuerdo?

No sé cómo será en Ecuador, pero en Argentina el empresario es temeroso. Ante un Gobierno tan poderoso como el de Kirchner, los dueños de las empresas bajaron la cabeza. Todos hablaron maravillas sobre el control de precios, más allá de que, en privado, estuvieran en contra. Espero que Ecuador no siga el mismo camino, porque es un error manejar así los precios.


¿Cuáles fueron las consecuencias que vivió Argentina con el control oficial de precios?

Hay un caso sintomático, como el de la energía. Como el congelamiento de precios abarcó congelamiento de tarifas, Argentina se quedó sin energía. Ahora restringe el consumo, importa y deja de exportar. Esa es una consecuencia.


¿Y en el caso de los productos de primera necesidad?

Parte del control de precios fue prohibir la exportación de alimentos, para sectores cuyo gran negocio es la exportación, prohibirles eso es casi como prohibirles los procesos de producción. Les puede romper todo el negocio.


¿Y qué hace el Estado ?

Dar subsidios a los sectores que más sufrieron la prohibición de exportación para bajar los precios. Así, el Gobierno tiene los precios relativamente tranquilos, pero no son precios reales. Los subsidios son parte del problema de por qué Argentina está perdiendo el superávit fiscal.


¿Por qué?

Porque el control de precios termina quebrando a un montón de sectores, y como eso políticamente no conviene, los subsidia haciendo destrozos en el Fisco.


¿Pero hay algo positivo en el control de oficial?

Es que además hay desabastecimiento. La inflación está más alta que el control de precios. En Argentina la inflación es 25%, más allá de lo que digan las cifras oficiales.


Pero es una cifra muy alejada de una economía dolarizada como la ecuatoriana…

Argentina, al igual que Ecuador, exporta productos primarios. Pero con la devaluación del dólar y el crecimiento económico mundial, los productos de exportación en nuestros países, que están firmes, pueden provocar una inflación aún mayor. En ese caso, el Gobierno de Ecuador pudiera tener inconvenientes, porque el precio de los agroalimentos está caro.


¿Y con respecto al mercado internacional?

Al tener un precio internacional firme va a ser difícil que se pueda frenar el incremento de precios.


¿Hacia dónde apunta un Gobierno que quiere aplicar controles en los precios oficiales?

El hecho de que el Estado subsidie a la mayoría de la economía, sobre todo en los precios de los productos básicos, no es un hecho casual.

¿Cuál es su hipótesis sobre esta posición del Gobierno?

Es una manera de construir poder. Si se levanta el subsidio, esas empresas quebrarían, así logra tener a los empresarios en sus manos. En Argentina, con Kirchner, con una gestión que pretende consolidar su hegemonía, la telaraña de subsidios es otro recurso para construir su poder, pero una economía en esas condiciones es limitada.

“El control de precios termina enviando a la quiebra a un montón de sectores, y como eso políticamente no conviene, los subsidia, provocando destrozos en el Fisco”.

Nota Original: DIARIO EL COMERCIO DE ECUADOR | 30/07/2007

José Luis Espert

José Luis Espert

Doctor en Economía

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