Sin caos, la gente demandó respuestas a los bancos

Con algo de fastidio y otro poco de resignación, Graciela Rodere, jubilada, llegó a la sucursal del Banco Nación en Bernardo de Yrigoyen y Carlos Calvo, media hora antes de que
el banco abriera. La última vez que Graciela estuvo haciendo cola frente a un banco fue en abril de 1991, cuando el austral desapareció de escena y nació el 1 a 1 entre el peso y el dólar. "No puede ser, todos tenemos que enfrentar compromisos en efectivo", decía Rodere, y expresaba la desazón de las 60 personas que agrupaban delante de ella esperando a que el banco abriera.

Ayer, los argentinos tuvieron un único tema de conversación. El empate de Racing frente a River, el final de Gran Hermano y el increíble partido de Los Pumas y los All Blacks pasaron a segundo plano. El único tema en el subte, en los negocios de Florida y en los pocos taxis que consiguieron pasajeros (la mayoría de la gente prefería cuidar su efectivo y tomar otros medios de transporte) era como manejarse con la plata.
Con esta incertidumbre, los bancos no pararon de atender consultas. Los puntos más demandados fueron cómo se abre una cuenta y cómo pagar servicios o la tarjeta sin efectivo.

Sin embargo, tanto los funcionarios como los banqueros destacaron que no hubo mayores inconvenientes y la jornada bancaria se desarrolló "con normalidad". Así, las cosas salieron mucho mejor de lo que —incluso— esperaba el ministerio de Economía. Y los bancos se lanzaron con todo a captar nuevos clientes. En las sucursales se multiplicó la cantidad de empleados que atendían al público y orientaban a los que desconocían la diferencia entre una caja de ahorro y una cuenta corriente.

En línea

En apenas 7 horas, la línea directa del Banco Francés respondió a 53.000 consultas. Y en otra entidad de primera línea lograron abrir 1.200 cajas de ahorro, en un solo día, la misma cantidad que abrieron durante todo noviembre.
Pero la información que brindaban los empleados era contradictoria. Mientras en la sucursal Florida del Nación decían que los $ 250 de extracción semanales eran acumulables —si una personas no retira dinero durante una semana, a la siguiente podrá retirar $500—, en la casa del central del Scotiabank informaban lo contrario.
A esta desinformación se sumó otro conflicto: el costo de las cajas de ahorro.

Gran parte de la gente que se acercó ayer a los bancos lo hizo para abrir una cuenta. Y a pesar que un acuerdo entre el Gobierno y los bancos establece la gratuidad de las cajas, ayer casi todos los bancos cobraban entre 3 y 4 pesos.
El panorama de incertidumbre también se repitió en Córdoba.
En esa ciudad, la mayor parte de los cajeros automáticos no funcionaron porque estaban siendo programados para entregar sólo 250 pesos. En los bancos algunos preguntaban dos veces.
Primero, en el mostrador y después, en las cajas, cuando completaban el trámite para extraer dinero. Las dudas eran más que las respuestas. Un jubilado intentó cobrar por ventanilla —en la Banca Nazionale del Lavoro (BNL)— un cheque de 300 pesos, pero como superaba la suma límite salió con las manos vacías.

En La Plata, apenas abrieron las sucursales, los empleados recibieron todo tipo de consultas: como pasar depósitos a cuentas corrientes, solicitar tarjetas de débito y abrir cajas de ahorro. Y después del mediodía, varios cajeros se quedaron sin billetes.
Por la cantidad de consultas en las sucursales del Banco Provincia decidieron extender el horario de atención al público hasta las 16. En Casa Central agregaron tres bocas para atender las consultas sobre las operaciones con cuenta corriente. Pero en medio de tanta incertidumbre, también hubo audaces. "Se renovaron plazos fijos e incluso un cliente se animó a hacer un plazo fijo a 60 días", contaron los voceros del banco.
Y destacaron que "hubo más gente que lo habitual, pero menos que un 29 de diciembre, tradicionalmente el día de mayor afluencia a los bancos".
"Vino más gente que otros lunes, pero menos angustiados que el viernes, cuando todos los rumores eran malos", apuntaron en el Río. En general, las quejas de la gente obedecieron a la falta de dinero en algunos cajeros. Fuentes bancarios informaron que después de un fin de semana es usual que el 20% de los cajeros se queden sin plata. Pero ayer, casi el 100% de los cajeros amanecieron vacíos.

En el Galicia contaron que lograron renovar plazos fijos, aunque a tasas más bajas. "Fue un día tranquilo, habíamos previsto ampliar el horario de atención pensando que iba a venir mucha gente, pero finalmente no fue necesario".
Uno de los centros del conflicto fueron las farmacias.
Es que para lograr que las obras sociales y las prepagas cubran una parte del precio de los medicamentos, el consumidor debe pagar en efectivo. Esto desató problemas, sobre todo con los medicamentos de alto precio.
Ayer, hubo dos pedidos de amparo judicial contra de las medidas. Una fue presentado por la diputada Alicia Castro, con el argumento de estas restricciones afectan el derecho de propiedad. La otra acción fue planteada por el abogado José Estévez Cambra, que pidió que se declare la "inconstitucionalidad" del decreto que dispone la inmovilización de los depósitos, cajas de ahorro y plazos fijos.

El presidente De la Rúa pidió "buena voluntad y comprensión"

Hay interesados en cometer un atentado político, no va a pasar. Yo estoy al frente, cumpliendo mis deberes constitucionales". Lo dijo ayer el presidente Fernando de la Rúa, en réplica a especulaciones sobre la entrega anticipada del poder y como refuerzo al discurso del Gobierno que habla de "buitres" sobre la economía. Domingo Cavallo fue más allá: aseguró que "no se notó el pánico de que se había hablado el fin de semana".
La Casa Rosada tuvo ayer un día menos traumático que el viernes, cuando se produjo la corrida de depósitos bancarios.
La respuesta de los mercados —con baja del riesgo país y suba de la Bolsa— llevó cierto alivio a los funcionarios, que se concentraron entonces en tratar de calmar los enojos de la población por los límites impuestos al retiro de dinero en efectivo.

"Le pido a la gente buena voluntad y comprensión: se irán resolviendo todos los problemas. Lo que debe saberse es que era un deber inexcusable tomar estas medidas frente al ataque especulativo que sufrimos los argentinos", dijo De la Rúa en la Casa de Gobierno.
El Presidente aceptó la teoría cavallista de los "buitres", que estarían esperando la devaluación y el default. "Si, son los buitres, no sólo los fondos (de inversión) buitres, sino algunos otros buitres que tenemos también adentro (del país)", sostuvo De la Rúa, en un acto en Escobar. El diccionario define a los buitres como aves de rapiña que se alimentan de carne muerta.
En diálogo con Clarín, anoche Cavallo se mostró más que satisfecho sobre la jornada que terminaba. "No se notó el pánico de que se había hablado el fin de semana —dijo el ministro de Economía—.
En lo que hace a los pagos internos, fue una buena jornada. La Argentina se va a acostumbrar a pagar con tarjeta de débito."
Cavallo dejó abierto, sin embargo, el futuro de los giros al exterior: "respecto al pago al exterior, todavía vamos a verlo, siempre puede surgir alguna empresa que diga que ponemos trabas", señaló.

El ministro catalogó de "bueno" el apoyo del número dos del Tesoro de los EE.UU. John Taylor. Y dijo que "la tasa de interés deberían bajar si los bancos no se pelean por captar dinero.". Reconoció que "el viernes fue un viernes realmente negro", y que "tal vez deberíamos haber adoptado las medidas hace una semana, pero la gente no hubiera entendido lo que estábamos haciendo"

– ¿Qué va a pasar el Día 91, al terminarse las restricciones a los retiros de efectivo?

– La deuda va a estar reestructurada, el déficit cero estará en una senda sostenible, y las expectativas serán otras. Y respecto de los pagos internacionales, se verá.
Puesto a definir a los buitres que habrían atacado la economía argentina, el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac aseguró: "Además de buitres, hay unos ”haches de p” que buscan el caos y que pretendieron llevar a la gente a niveles de angustia y anarquía, pero no lo lograron". En el programa de Mauro Viale, Baylac concedió que el consultor José Luis Espert y el economista del CEMA Jorge Avila y un sector del periodismo estarían en esa lista.

Línea para consultas

El Gobierno puso en servicio una línea telefónica gratuita para "evacuar todas las dudas" sobre las medidas adoptadas adoptadas el fin de semana. El número es el 0800-999-2347.
El servicio, ayer operó con muchas dificultades.
Al ingresar en el servicio, por la tarde, una voz mecánica informaba que ese era el servicio de informaciones de la AFIP.
Y ofrecía las siguientes opciones: 1) Consultas, 2) Alta temprana de empleados, 3) Vencimientos.

Al ingresar en el rubro Consultas, la opción se abría a: Planes de pago, Monotributo, Identidad de los inspectores, Inspecciones autorizadas y Otras. Al ingresar en Otras, la misma voz anunciaba ayer por la tarde anunciaba que había que comunicarse con el 4345-9000 entre las 10 y las 18.

A última hora de la noche, habilitaron una nueva opción para consultar por "las medidas tomadas el 1° de diciembre". Pero ahí la comunicación generalmente se corta: "las líneas están saturadas", anuncia la voz mecánica.

José Luis Espert

José Luis Espert

Doctor en Economía

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