Serio: Argentina ahorra hoy lo mismo que 5 años atrás

En un contexto internacional complicado por la caída de precios de nuestros commodities y la suba de la tasa de interés, es preocupante cómo se ha estancado el ahorro interno y deteriorado la capacidad de repago de nuestra deuda externa.

Así como el endeudamiento de una empresa crece porque está comprando máquinas o porque está financiando pérdidas, las deudas externas de los países crecen ya sea porque aumentan sus activos externos (dólares en el Banco Central, en el “colchón”, inmuebles en el exterior, etc.) o porque los residentes invierten más de lo que ahorran; siendo lo que ahorran la diferencia entre el ingreso y el consumo.

Entonces, desde una mirada bien “macro”, la verdadera capacidad de repago de las deudas externas es el ahorro interno (público más privado), medida que puede ser complementada con la proporción que el servicio de la deuda externa (intereses más amortización) representa sobre las exportaciones, porque da una idea de cuánto tiene que caer el gasto interno si es que de pronto hubiera que salir a cancelar los pasivos externos de una economía.

En el cuadro adjunto, se compara cómo quedaría la “matriz” de solvencia externa argentina en 1999 versus la que existía hace 5 años, o sea, antes del efecto tequila (promedio 1993-1994), fenómeno que puso fin al primer período de fuerte crecimiento dentro de la convertibilidad.
Como puede verse, hoy estamos invirtiendo 19.7% del PBI y ahorrando internamente 15.9% del PBI. El exceso inversión respecto del ahorro doméstico de 3.8% del PBI (el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos).
El fenómeno de invertir más de lo que ahorramos, ha sido “ley” dentro de la convertibilidad y lo hemos estado financiando con endeudamiento externo que ha crecido en promedio la friolera de 3.5% del PBI por año desde 1993-1994 hasta hoy (17.5% del PBI en todo el período), con lo que la deuda externa pasaría de 27.3% del PBI en 1993-1994 a 44.7% del PBI a fines de 1999, o lo que es lo mismo, de u$s 74.000 millones a u$s 139.000 millones.

Obviamente que han existido otras fuentes de fondos externos distintas a la deuda externa que han ingresado a nuestro país en el período para nuestro financiamiento. Por ejemplo, la inversión extranjera directa pasó de u$s 18.700 millones en promedio en 1993-1994 a u$s 40.000 millones a fines de 1998.
A esto, habría que agregar la inversión en acciones de la Bolsa argentina por parte de extranjeros, la deuda directa tomada por las empresas en el resto del mundo, etc.
De esta manera, llegaríamos a saber además, cómo se logró el aumento en las reservas del BCRA por u$s 10.000 millones, quedando un residuo que sería la formación de activos externos que realizaron los argentinos durante el período.

¿Cómo es posible que la Argentina esté ahorrando hoy 15.9% del PBI, lo mismo que hace 5 años, cuando nuestra economía creció 18.8% (2.9% en promedio anual) en esos mismos 5 años? Muy fácil, el sector privado aumentó su ahorro 2.3% del PBI y el gobierno, obviamente, lo deterioró en 2.3% del PBI.

La privatización del sistema previsional significó la aparición del Fondo de Jubilaciones y Pensiones (FJyP) que hoy ya representa cerca de 4% del PBI. Al respecto, se han dichos dos cosas hasta el hartazgo que no necesariamente son ciertas. Primero, que un sistema previsional de capitalización privada aumenta el ahorro privado y segundo que es la causa de nuestro déficit fiscal. Respecto de la primera, si bien ha sido totalmente correcta la eliminación del viejo sistema de reparto, el ahorro privado que aumenta es el formal; no está para nada claro que los privados bajo un régimen de reparto que se sabía quebrado, no ahorraran igualmente pero de manera informal para su vejez.
Tan cierto es este punto que el aumento de 4.0% del PBI del FJyP en el período superó el aumento del ahorro privado de 2.3% del PBI que se calcula por las cuentas nacionales y externas que publica el gobierno.

Respecto del segundo punto hay que hacer dos comentarios. Primero, hoy el déficit del sistema de seguridad social de 1.7% del PBI, si bien es casi el doble del que existía en el período 1993-1994 (0.9% del PBI), implica un aumento de 0.8% del PBI, o sea, de menos de 1% del PBI. Tampoco está claro que el aumento del déficit del sistema de seguridad social sea solamente por la aparición de las AFJP, cuando en el medio también hubo una fuerte (aunque insuficiente todavía) baja de los aportes patronales con un costo fiscal sumamente importante.

Segundo, lo más saliente es que Argentina llegó al momento de la privatización del sistema previsional y a la baja de los aportes patronales, con un ahorro de 0.8% del PBI cuando en realidad lo podría haber cuadruplicado, si al gasto público no hubiera explotado, porque el aumento de la recaudación de impuestos fue de 4% del PBI en los primeros cuatro años de convertibilidad, hecho que “licúa”, en términos relativos, la responsabilidad de la aparición de las AFJP en el déficit fiscal.
La verdadera causa está en la irresponsable política fiscal que se llevó a cabo desde el lanzamiento de la convertibilidad pero, particularmente, hasta el efecto tequila.

Cuando se ve que ahorramos hoy lo mismo que hace 5 años, que el déficit fiscal alcanzará niveles récords dentro de la convertibilidad, que la deuda externa se acerca al 45% del PBI, que las exportaciones están casi “embargadas” por los servicios de la deuda externa, choca mucho la irresponsabilidad de un gobierno que tiene “parado” al Congreso por el intento de hacer aparecer la Constitución como inconstitucional con todas las leyes importantes que hay que sancionar y que gasta dinero de nuestros impuestos “vendiendo” por todo el mundo las supuestas ventajas de no tener moneda propia a manos de la dolarización.

Nota Original: ÁMBITO FINANCIERO| 30/03/1999

José Luis Espert

José Luis Espert

Doctor en Economía

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