Pelea del siglo USA vs Japón

¿Cómo debemos leer la actual disputa comercial entre estos países?

Lo primero que no debe leerse, es que esto haya sido por un tema puntual, como el resonante caso de Motorolla y la no apertura japonesa a la telefonía celular. En todo caso, esto fue el gatillo, pero todo viene de atrás. En el fondo, lo que Estados Unidos se replantea es si la estrategia de crecimiento que se ha seguido en el mundo por estos años es viable en el largo plazo.

¿Y cómo se componía el mecanismo en esto que merece revisarse ahora?

Un Japón creciendo sobre sus exportaciones. Esta cifra muy alta y con una población que tiende a envejecer más rápidamente que en el resto del mundo, hace que la misma resulte porco consumista (tendencia a financiar la vejez) y esto deriva en que Japón tenga un tremendo superávit en cuenta corriente. Y como el mundo es uno sólo, no hay otro en el cual financiarse, hay otros países que están teniendo déficit en cuenta corriente: y, esencialmente, Estados Unidos lo tiene, Y casi 50 % de eso lo tiene con Japón (unos u$s 60.000 millones en 1993).

¿Y qué advierte Estados Unidos respecto de todo esto?

Y, básicamente que el dólar se ha desplomado frente al yen en estos años. En 1979 el dólar estaba a unos 300 yen y hoy solamente está 100 o poco más. Esta gran caída es sólo la otra cara de la misma moneda que dice que: un país no puede financiar al infinito su déficit en cuenta corriente con ingreso de capitales. Hasta ahora le ha sido bastante sencillo, porque es nada menos que el emisor de la moneda que se utiliza en todo el mundo como patrón universal de reserva de valor, de cambio, etc.

Y la caída del dólar contra el yen está mostrando que la credibilidad está menguando en la comunidad internacional. Pero, como todo el mundo consume todavía dólares, hasta aquí se ha podido sobrellevar.

¿Y la madeja cómo se va haciendo cada vez más apretada?

En que, precisamente, quién lleva sus capitales a Estados Unidos para que éste se financie su déficit en cuenta corriente es: Japón. Porque la otra cara del gran superávit de Japón en su cuenta corriente, es su déficit en la cuenta capital.

Porque Japón tiene salida de capitales, que van a la gran cantidad de Bonos Americanos que los japoneses tienen comprados en los Estados Unidos. Por eso que, ante el menor riesgo de que el dólar caiga en el mundo, los japoneses venden sus tenencias de Bonos para evitarse la pérdida de capital. Esto hace que se tema que ante la caída posible del dólar, por la guerra comercial, los japoneses aceleren la venta de Bonos, haciendo bajar sus precios, y haga subir la tasa de interés de largo plazo.

Realmente, es como verlos a los dos tan abrazados, tan ligados, y peleando arriba de una cornisa…
Y. esa madeja, ese estar tan ligados y atados por varias partes, es lo que se intenta ahora desarmar y volverla a armar de un modo que Estados Unidos lo vea aceptable para sus intereses. Lo que Estados Unidos le quiere decir es que este juego de déficit y superávits entre los dos, ya no va más. Que Japón empiece a gastar más, para que tenga menos en cuenta corriente y menos salida de capitales, y Estados Unidos equilibrarse en contrapartida. Y aquí entonces, hay que observar que se puede estar discutiendo toda la política y estrategia comercial que el mundo desarrollado mantiene desde hace muchos años.

Días atrás -hablamos del viernes 4- se notó que Japón salía a devaluar su moneda. ¿Es esto un principio de solución?

Sí, ese día intervino cuatro veces en el mercado de cambios, comprando dólares (y haciendo subir al dólar en términos de yen) y evitando que su moneda cayera. Un detalle que no tuvo el debido reflejo como hecho trascendente, me refiero a los comentarios. El motivo para que Japón salga a hacer esto es el anuncio, el día anterior, de Estados Unidos sobre que iría a estudiar sanciones comerciales contra Japón, en base a un capítulo “301” de su código de comercio que castiga a países que no dejen entrada irrestricta de productos de Estados Unidos.

Vale recordar que en 1988/89, ya intentó ser usado por la administración Reagan y, casualmente, contra Japón también.

Japón qué actitud estaba tomando en conversaciones previas…
Bueno, se había negado a abrir sus fronteras más allá de lo hecho hasta hoy, y lo que Clinton les dice es ”miren, si no abren sus fronteras haremos lo necesario para que sus exportaciones se vean en dificultades para entrar”.

Hizo que el dólar en el mundo cayera muchísimo respecto del yen en un primer momento, Entonces Japón, para evitar el encarecimiento de su moneda, provoca devaluaciones en el sistema monetario. Y si esto progresa, podríamos estar en presencia de una espiral devaluatoria de tipo competitiva.
Los dos países haciendo esfuerzos para que caiga su moneda: esto seria contraproducente para ambos. Una solución suicida, si es que alguien la piensa de esta manera, para ambos, y para el mundo que conocemos.

Se hace un embudo aquí, la pregunta obligada es ¿cuál es la solución?…

Bien, si Estados Unidos se quiere replantear a fondo esa estrategia de crecimiento que se mantuvo en los últimos años,
la solución es profundizar más el apretón fiscal que Clinton dio indicios de que iría a realizar. Es el modo más eficiente para corregir sus desvíos. Pero el déficit en ellos se produce desde un sector privado que gasta más de lo que ingresa, pero especialmente por déficit del sector publico que alcanzo en 1993 a 3,8 puntos del PBI. Ya no se puede arreglar con esa ventaja enorme de ser el país que emite la moneda que el mundo demanda.

¿Cómo es el planisferio económico, para tener una idea panorámica?

Podríamos ver a Estados Unidos como una isla, con relativo bajo desempleo y fuerte crecimiento. Alemania, resto de Europa y Japón, con bajo crecimiento y alto desempleo europeo. En Japón, con poco desempleo. Aquí no hay una realidad, la próxima moneda contra la que los especuladores va a actuar es el marco alemán. Porque la suba de tasas en Estado Unidos y la imposibilidad de bajarla en Alemania, va a arrastrar a eso.

Bien, Espert, háganos una conclusión de conclusiones…

Lo que dicen los números actuales, que Estados Unidos mantendrá tasas en ascenso y que el dólar seguirá cayendo frente a monedas europeas y especialmente ante el yen. Todavía no hay guerra total y declarada, fueron las primeras “fintas”, los amagos.

Dependerá de dos hechos la guerra, qué hará Estados Unidos a fin de mes (si aplicará sanciones) cuando ya Japón, con las devaluaciones del viernes 4, le pasaron un mensaje: no vamos a ceder, estamos para dar pelea. Dependerá bastante de fin de mes. La tasa larga en Estados Unidos, posiblemente se afinque en la zona del 7 % en el año.

“10” PUNTOS POR LOS QUE DEBERIA SUBIR LA TASA DE ESTADOS UNIDOS

1.El índice de precios industriales en enero ´94 dio 12% de crecimiento respecto de enero’93. (Datos de un estimador de precios).

2.El crecimiento anualizado del cuarto trimestre en el PBI de Estados Unidos, fue del 7,5% y esto es el mayor rango en 10 años. (Se estimaba que no iba a ser de más del 5,5%).

3.El déficit comercial de Estados Unidos en 1993, fue de $S 132.500 millones, mayor en un 37,9 % a lo de 1992. (Es el mayor desde 1987 … )

4.Aumento en el consumo de las familias del 0,5 % en enero ’94 respecto de diciembre’93.

5.El ingreso disponible de las familias creció 0,4 %, en enero de este año, respecto de diciembre último.

6.Este punto, derivado de los dos anteriores, el ahorro de las familias disminuye en enero respecto de diciembre.

7.El agregado monetario más amplio de Alemania, el M3, billetes y monedas, más depósitos en caja de ahorro y plazos, creció en enero pasado a una tasa anualizada del 20% (cuando se aguardaba, en general, no más de un 15 %). Esto haría difícil que la tasa de interés disminuya en Alemania y, por extensión, también la de Estados Unidos.

8.La cantidad de desocupados que se presentaron a cobrar subsidio en Estados Unidos, resultó mucho menor a la prevista. (Unos 57.000 menos que los estimados). Se presentaron 318.000 solicitudes.

9.La tasa de desempleo en Estados Unidos, ya en febrero, fue del 6,4 % (un poco por arriba de enero, que fue del 6,3 %).

10.La tasa de horas promedio trabajadas por la industria fue muy levemente inferior a la esperada. En enero 34,8 horas y en febrero 34,3 horas. Los salarios pagados subieron “algo” respecto de enero. (Promedio fue de U$S 11,4 por hora, contra U$S 11,3 en enero).

Estos serían los principales indicadores de actividad, que indican que difícilmente la tasa de interés en Estados Unidos decrezca. (Valga la salvedad que no se contempla el escándalo político en que se ha visto envuelto el Gobierno de Clinton y sus derivaciones).

Alzas y Bajas – Págs. 36, 37 y 38 – 1 de Marzo de 1994

José Luis Espert

José Luis Espert

Doctor en Economía

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